Los desafíos propios del TDAH pueden causar estrés y resultar en ansiedad.
Las personas con TDAH podrían también tener un trastorno de ansiedad.
Existen tratamientos efectivos tanto para el TDAH como para la ansiedad.
La ansiedad es común en las personas que tienen TDAH. De hecho, son más propensas a tener ansiedad que otras personas. Esto es parcialmente debido a que los retos que caracterizan al TDAH pueden ocasionarles problemas en la escuela, en el trabajo y en el hogar.
Las personas con TDAH tienen dificultades con las funciones ejecutivas — un grupo de habilidades de las que dependemos para realizar tareas. Esas habilidades nos ayudan a organizarnos, planear, administrar el tiempo y cumplir rutinas diarias. También nos ayudan a manejar nuestras emociones.
Tener dificultades con las funciones ejecutivas día tras día puede ser abrumador y estresante. El estrés crónico puede resultar en ansiedad.
Generalmente la ansiedad es constante. Va y viene y puede que este limitada a situaciones específicas. Sin embargo, cuando es frecuente y se generaliza puede que sea diagnosticada como un trastorno de ansiedad.
Muchas personas con TDAH también tienen un trastorno de ansiedad. A primera vista puede que sea difícil determinar si la persona presenta ambas condiciones o una de las dos. No solo coexisten, sino que los síntomas de estas condiciones pueden lucir igual. Por ello es importante ser evaluado para ambas, y tratarlas separadamente.
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Profundice
La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras, ya sea a corto o a largo plazo. También sus síntomas varían dependiendo de la edad. Estas son algunas conductas que podrían ser señales de ansiedad en niños y adultos con TDAH.
En niños:
Lucen irritables u obstinados.
Se aíslan de las personas, quizás se refugian en su habitación o en el baño.
Experimentan un miedo intenso en situaciones como al separarse de sus padres o con cosas específicas como perros o insectos.
Se preocupan de que algo malo suceda en el presente o el futuro.
En adultos:
Tienen arranques de enojo.
No aceptan las críticas.
Tienen dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormidos.
En apariencia, el TDAH y la angustia pueden lucir similares. No es inusual que personas con ansiedad sean erróneamente diagnosticadas con TDAH, o viceversa.
Considere, por ejemplo, poner atención. Tanto la ansiedad como el TDAH pueden causar que las personas se distraigan y sean presas de sus emociones, aunque por diferentes razones. Las personas con TDAH tienen dificultad para prestar atención porque tienen dificultad para concentrarse. Las personas con ansiedad tienen dificultad para prestar atención porque se distraen pensando en sus preocupaciones y temores.
Ambas condiciones son causadas por diferencias en el cerebro, pero no son lo mismo. Requieren tratamientos diferentes. Si existiera alguna duda es necesario ser evaluado para ambas.
La ansiedad puede ser una lucha de por vida para algunas personas con TDAH. No obstante, hay muchas cosas que pueden ayudar. Hay medicamentos efectivos para cada una de estas condiciones. También existen diferentes tipos de terapias que puedan ayudar a las personas con problemas emocionales.
El TDAH y los trastornos de ansiedad a menudo coexisten, pero es importante tratar estas condiciones individualmente. Por eso es un diagnóstico correcto es fundamental.
También existen estrategias para reducir el estrés y aprender a relajarse. Por ejemplo, los ejercicios de atención plena y de respiración pueden ayudar, tanto a niños como adultos, a permanecer calmados en situaciones que desencadenan estrés.