La disgrafía se refiere a un desafío con la escritura.
Afecta habilidades como la escritura a mano, la mecanografía y la ortografía.
Existen muchas maneras en que las personas con disgrafía pueden mejorar sus habilidades de escritura.
La disgrafía es un término que se refiere a tener problemas con la escritura. Muchos expertos consideran que la disgrafía tiene que ver con dificultades con un grupo de habilidades conocidas como transcripción. Estas habilidades (escritura a mano, mecanografía y ortografía) son las que nos permiten producir la escritura.
La dificultad para expresar las ideas por escrito no es reconocida formalmente como parte de la disgrafía. Esa es un discapacidad del aprendizaje conocida como trastorno de la expresión escrita. Sin embargo, los problemas con la transcripción pueden interferir en la manera en que las personas piensan y transmiten sus ideas.
Por ejemplo, las personas con disgrafía puede que escriban más lentamente que otras personas. Esto puede afectar qué tan bien se expresan por escrito. Además, suelen tener problemas con la ortografía porque les cuesta trazar las letras al escribir.
La disgrafía no es una cuestión de inteligencia. A menudo sus desafíos están causados por problemas con las habilidades motoras. Estas habilidades pueden mejorar con ayuda. Y las personas con disgrafía pueden calificar para recibir adaptaciones en el lugar de trabajo o en la escuela.
Profundice
Una de las principales señales de la disgrafía es la escritura desordenada. Estas son algunas de las habilidades importantes para escribir a mano con las que las personas con disgrafía pueden tener dificultades:
Formar las letras.
Escribir oraciones gramaticalmente correctas.
Espaciar las letras de manera correcta.
Escribir en línea recta.
Sostener y controlar una herramienta para escribir.
Escribir con la claridad suficiente como para que se pueda leer más tarde.
Escribir las palabras completas sin omitir letras.
La escritura involucra habilidades motoras diferentes. Por ejemplo, las personas utilizan las habilidades motoras finas para sostener herramientas de escritura. Utilizan las habilidades motoras gruesas para colocar el brazo en la postura correcta. Y utilizan la planificación motora para formar y espaciar las letras.
Los problemas con las habilidades motoras tienen un efecto directo en la transcripción. Los niños que tienen este tipo de desafíos podrían ser diagnosticados con trastorno del desarrollo de la coordinación (DCD, por sus siglas en inglés). También puede que escuche el término dispraxia.
La disgrafía era considerada un trastorno del aprendizaje. Era el término que se utilizaba para los problemas con la expresión escrita. La disgrafía apareció en el manual que utilizan los profesionales de la salud para hacer los diagnósticos. Este manual se llama Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés).
La disgrafía ya no se considera un diagnóstico oficial en el DSM. Sin embargo, se incluye dentro de la categoría "trastorno específico del aprendizaje". También se incluye dentro de la categoría "discapacidad específica del aprendizaje" en IDEA (ley federal de educación especial).
Independientemente del término que utilicen los profesionales, los desafíos con la transcripción son reales. Y las personas que los tienen necesitan apoyo adicional para mejorar sus habilidades y manejar sus desafíos.
Los terapeutas ocupacionales y los terapeutas físicos son quienes suelen realizar las evaluaciones que examinan las habilidades motoras involucradas en la escritura.
Esta evaluación se puede realizar de manera gratuita en la escuela. Los adultos tienen que acudir a un terapeuta privado que evalúe sus habilidades motoras.
La disgrafía a menudo se presenta junto con el TDAH y las diferencias del aprendizaje. Estas incluyen la dislexia, el trastorno de la expresión escrita y el trastorno del lenguaje expresivo. Por ello es importante que los niños reciban una evaluación completa en la escuela para determinar si está ocurriendo algo más. Estas evaluaciones son gratuitas.
Existen muchas maneras de ayudar con la disgrafía en la casa, la escuela y el trabajo. Dos tratamientos comunes son la terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés) y la terapia física (PT, por sus siglas en inglés). Los terapeutas ocupacionales ayudan a mejorar las habilidades motoras finas y la planificación motora. Los terapeutas físicos trabajan en las habilidades motoras gruesas.
Cuanto antes comience la terapia, mejor. Los niños pueden obtener estos servicios gratuitamente en la escuela. También pueden obtener adaptaciones para evitar que la disgrafía obstaculice el aprendizaje.
La terapia ocupacional puede ser beneficiosa para algunos adultos. Pero tendrán que encontrar terapeutas que trabajen de manera privada, fuera de las escuelas. Los adultos pueden obtener adaptaciones que los ayuden en el trabajo.