Cómo hablar con su hijo sobre la velocidad de procesamiento

Hablar de los desafíos específicos de su hijo con la velocidad de procesamiento los puede ayudar a trabajar juntos para encontrar soluciones.

A muchos padres les preocupa que hablar con sus hijos sobre sus diferencias en la manera de pensar y aprender o “nombrarlas” los pueda hacer sentir peor. Pero los niños suelen sentirse mejor al saber que hay una razón, y un nombre, para sus dificultades. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños que tienen una velocidad de procesamiento lenta.

Es posible que los niños no entiendan por qué tardan tanto tiempo en terminar un examen o en responder una pregunta. Incluso el término “velocidad de procesamiento lenta” puede ser complicado de explicar.

Cualquier cosa que signifique que alguien “es más lento que” parece negativo. Pero usted puede ayudar a su hijo a ver sus dificultades desde otro punto de vista, y a entender también sus fortalezas.

Antes de hablar con su hijo es importante saber exactamente dónde y cómo lo afecta tener una velocidad de procesamiento lenta. La velocidad de procesamiento lenta puede afectar a los niños en áreas diferentes. Estas incluyen las habilidades verbales, visuales, académicas y motoras.

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Estas son algunas cosas a tener en cuenta al hablar con su hijo.

Explique qué es y qué no es la velocidad de procesamiento

La velocidad de procesamiento se refiere a cuánto nos tardamos en hacer las cosas. Todas las personas hacen cosas a una velocidad diferente. Por ejemplo, algunas hablan rápido y otras hablan más lento. Pero estas diferencias pueden dificultar la vida en la escuela, donde a menudo es importante hacer las cosas rápidamente.

Explique a su hijo que la velocidad de procesamiento no es lo mismo que la inteligencia. Con frecuencia equiparamos ser inteligente con hacer las cosas con rapidez. Eso no es cierto. La inteligencia es cómo resolvemos los problemas, cómo hablamos del mundo que nos rodea y lo entendemos. Muchas personas inteligentes tienen una velocidad de procesamiento lenta. De hecho, hay muchas tareas y trabajos que requieren un enfoque más lento y reflexivo.

Es importante hacer saber a su hijo que tener una velocidad de procesamiento diferente no significa que su cerebro o su mente no funcionen bien. Asegúrese de que sepa que es tan inteligente como sus compañeros de clase (¡quizás más inteligente!), y que es posible que sólo tenga dificultades en esa área.

Dígale que la velocidad de procesamiento lenta no es tampoco “flojera”. A los niños que tienen dificultad con la velocidad de procesamiento a menudo se les dice que tienen que “apurarse”. No es inusual escuchar a los adultos decirles que son “flojos” o que “no se están esforzando lo suficiente”.

Si su hijo pudiera hacer las cosas más rápido, las haría. Su incapacidad para hacerlo es tan frustrante para él como para quienes lo rodean. Asegúrese de que sepa que usted entiende que se está esforzando y que generalmente se esfuerza más que muchos otros.

Hable de cómo lo afecta tener una velocidad de procesamiento lenta

Probablemente sea un gran alivio para su hijo hablar de sus diferencias. Es bueno saber cómo lo afectan en la escuela, en el hogar y en entornos sociales.

Aunque es posible que esta sea una conversación difícil, su hijo necesita entender que sus diferencias de procesamiento podrían significar que tarda más en realizar ciertas tareas. Hablar de esto puede empoderarlo. Además es el primer paso para encontrar soluciones.

Por ejemplo, es posible que tener una velocidad de procesamiento lenta le dificulte tomar apuntes en clase. Saberlo puede ayudar a que trabajen juntos en encontrar soluciones para tomar apuntes.

No se olvide del resto de la familia

Las diferencias en la velocidad de procesamiento tienden a ser hereditarias. Si ese es el caso en su familia, considere decírselo a su hijo. Puede ser un alivio para un niño saber que es “igual que papá”.

Pero para los niños que no se parecen a alguien en la familia, puede ser especialmente frustrante. De hecho, puede que lo expresen portándose mal. Además, es posible que sus hermanos se burlen de él. Usted puede ayudar explicándole a los otros niños que todos aprendemos de manera diferente y nos movemos a una velocidad diferente.

Averigüe qué decir cuando su hijo con velocidad de procesamiento lenta se frustra.

Dele tiempo y espacio para procesar esta información

Los niños con diferencias en la velocidad de procesamiento a menudo necesitan más tiempo para digerir la información. No abrume a su hijo y dele tiempo para que haga preguntas. Escuche lo que siente sobre lo que usted le ha dicho y qué cree que lo podría ayudar.

Hable de otras diferencias en la manera de pensar y aprender que pudiera tener

La velocidad de procesamiento lenta puede coexistir con otras diferencias en la manera de pensar y aprender, como el y la . Además, los niños con una velocidad de procesamiento lenta tienen más riesgo de sentir ansiedad. Si su hijo tiene problemas en otras áreas, usted le puede explicar las diferencias entre sus desafíos. Pero también es importante hacerle saber que existen estrategias para ayudarlo con cualquier dificultad que tenga.

Ayude a su hijo a verse de manera positiva

Los problemas de su hijo pueden afectar su autoestima. Pero tener una velocidad de procesamiento lenta es solo una parte de quién es. Usted le puede explicar que sus fortalezas son igualmente importantes. Por ejemplo, su hijo podría ser muy creativo o empático. O puede que sobresalga en ciertas asignaturas. Destaque todos sus talentos e intereses para reforzarle que hay muchas cosas que hace bien. Lea cómo dar elogios que desarrollen la autoestima. Y conozca las adaptaciones que podrían ayudar en el aula.

Debido a que la velocidad de procesamiento lenta puede ocurrir conjuntamente con otras diferencias en la manera de pensar y aprender, es importante que su hijo sea evaluado. Puede ser evaluado en la escuela o de manera privada. Averigüe cómo solicitar una evaluación en la escuela o una evaluación privada. Usted puede usar los resultados para ayudarlo a entender por qué y dónde exactamente tiene dificultades.


Lea la historia personal de la autora sobre cómo llegó a respetar la velocidad de procesamiento lenta de su hijo.

Puntos clave

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