Ansiedad y velocidad de procesamiento lenta

La ansiedad puede surgir en cualquier momento del día en las personas cuya velocidad de procesamiento es lenta. Eso se debe a que una velocidad de procesamiento lenta puede afectar muchas actividades, desde presentar exámenes hasta hablar con los amigos o compañeros de trabajo.

Sentir ansiedad con frecuencia puede convertirse en un problema de ansiedad mayor. Esto es lo que usted necesita saber sobre la relación entre la velocidad de procesamiento lenta y la ansiedad, y cómo puede ayudar.

Cómo la ansiedad y la velocidad de procesamiento lenta se retroalimentan mutuamente

Cuando cualquiera de nosotros se siente ansioso, nos paralizamos momentáneamente. En ese instante no estamos procesando la información tan rápido como lo solemos hacer, y tardamos más en responder. Así es como la ansiedad puede afectar la velocidad de procesamiento. 

Tener una velocidad de procesamiento lenta también puede generar ansiedad. Imagínese que es un estudiante y está presentando un examen. Mientras sus compañeros avanzan rápidamente, usted se va quedando atrás.

Ese tipo de situaciones puede generar mucha ansiedad en personas que tienen una velocidad de procesamiento lenta. Mientras más ansiosas se sientan, más lento procesarán y reaccionarán.

Señales de ansiedad y de velocidad de procesamiento lenta 

Las personas que tienen una velocidad de procesamiento lenta no siempre se dan cuenta de cómo o cuándo esta dificultad los afecta. Por ejemplo, la mayoría de las personas que tienen una velocidad de procesamiento lenta perciben de forma diferente qué tan rápido o lento transcurre el tiempo.

Pueden creer que tienen tiempo suficiente para hacer una tarea cuando de hecho está por acabarse. Si esto les sucede a menudo, puede que teman no terminar las cosas a tiempo. Estos retos pueden generar sentimientos de ansiedad.

También las situaciones sociales pueden causar ansiedad. A las personas que tienen una velocidad de procesamiento lenta se les puede dificultar estar al tanto de lo que ocurre en su grupo de amigos o familiares. Además, puede que no reaccionen como se espera, por ejemplo a una broma, porque la procesan más despacio. 

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Maneras de ayudar

Las personas no suelen hablar de la velocidad de procesamiento lenta y la ansiedad de forma conjunta. No hablar de estos desafíos es un impedimento para buscar ayuda.

A continuación, formas en que los niños y adultos con una velocidad de procesamiento lenta pueden minimizar la ansiedad:

• Ser consciente se sí mismo. Es importante reconocer y respetar el hecho de que ninguna velocidad de procesamiento es buena ni mala. Es una de las tantas diferencias entre las personas.

• Reconocer la ansiedad. El primer paso para controlar los sentimientos es identificarlos. Reconocer la ansiedad puede contribuir a controlarla mejor. 

• Tener conciencia del tiempo. Usar un reloj o cronómetro para dar seguimiento del tiempo y desarrollar una mejor percepción del mismo.

• Planificar tiempo extra. Si sabe que usted o su hijo podrían tardar más en hacer algo, ajuste el horario.

• Esté atento a las señales de ansiedad crónica. Pueden ser de índole física, emocional y de conducta. Use un registro de ansiedad para encontrar patrones.

Lea sobre la conexión entre la velocidad de procesamiento lenta y la función ejecutiva. Averigüe si la velocidad de procesamiento lenta puede mejorarse.