El iceberg del TDAH

Los síntomas claves del TDAH se suelen notar. Pero ¿y todos los desafíos invisibles que conlleva esta condición común? El iceberg del TDAH muestra las capas del TDAH.

Es posible que conozca los síntomas principales del TDAH o reconozca las señales claves de este trastorno común. Pero esos son únicamente los desafíos visibles. Muchas señales y síntomas se encuentran debajo de la superficie y puede que no se reconozcan como parte del TDAH.

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo. Eso significa que es causado por diferencias en cómo se desarrolla y funciona el cerebro. Los tres síntomas principales del TDAH son la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad.

Pero hay otros síntomas menos visibles que las personas suelen desconocer. Es posible que estos síntomas tampoco se describan con precisión en el manual que utilizan los profesionales para diagnosticar el TDAH.

La analogía del iceberg del TDAH ayuda a las personas a comprender estos síntomas ocultos. El experto en TDAH Russell Barkley popularizó este modelo y la activista Chris A. Zeigler Dendy creó la ilustración original del iceberg.1

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Puede utilizar esta imagen para comprender los desafíos del TDAH y hablar de ellos con otras personas.

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Síntomas visibles (externos)

El TDAH es complejo y no se manifiesta de la misma manera en todas las personas. En primer lugar, este trastorno es un espectro, lo que significa que los síntomas varían en cantidad e intensidad. Los síntomas también suelen lucir de forma diferente en niñas y mujeres que en niños y hombres. El iceberg explica en gran medida las diversas formas en que el TDAH puede afectar a personas de cualquier edad.

El TDAH es un problema del funcionamiento ejecutivo, que abarca una amplia variedad de habilidades. Hay muchas versiones del iceberg y no todas resaltan los mismos desafíos invisibles. Existe cierta variación en los desafíos ejecutivos que incluyen.

Muchas personas están familiarizadas con las señales visibles del TDAH, que son los síntomas clave de esta condición. Estos comportamientos aparecen en la cima del iceberg porque son más obvios. Los tres síntomas principales son: 2

Inatención: Dificultad para prestar atención y concentrarse. Las señales visibles incluyen “desconectarse” durante las conversaciones, soñar despierto o distraerse fácilmente.

Hiperactividad: Ser demasiado activo. Las señales visibles incluyen moverse constantemente (manos inquietas, deambular, golpeteo con los pies) y hablar sin parar. (En los adultos puede parecer o sentirse como intranquilidad).

Impulsividad: Problemas con el autocontrol. Las señales visibles incluyen interrumpir a los demás, agarrar cosas sin preguntar y actuar sin pensar en las consecuencias.

La mayoría de las personas con TDAH sólo presentan uno o dos de estos síntomas. Es menos común tener los tres.

Síntomas invisibles (internos)

La ilustración muestra las señales invisibles del TDAH debajo de la superficie del agua, donde se encuentra la mayor parte del iceberg. Estos son los desafíos que no suelen ser obvios o no se sabe que son parte del TDAH. Los más comunes incluyen:

Hiperconcentración: Cuando las tareas o actividades son interesantes y gratificantes, las personas con TDAH pueden concentrarse en ellas durante largos períodos de tiempo. Pero también pueden tener dificultad para desviar su atención hacia otra cosa.

Problemas con la gestión del tiempo: Esto podría manifestarse como subestimar la cantidad de tiempo que lleva completar ciertas tareas, dificultad para realizar múltiples tareas a la vez y olvidarse de reservar suficiente tiempo para las actividades (ceguera del tiempo).

Dificultad para mantener relaciones: Puede resultar difícil comunicarse y tener continuidad con los demás, incluso con los seres queridos. Perder continuamente la noción del tiempo y llegar tarde u olvidarse de las citas, puede perjudicar las relaciones personales.

Dormir mal: Los problemas del sueño son comunes cuando se tiene TDAH. A menudo las personas no duermen lo suficiente o el sueño no es reparador. Las razones incluyen no poder relajarse, posponer las cosas a la hora de acostarse, ansiedad y trastornos del sueño que coexisten con el TDAH.3

Cambios de humor: Las personas de cualquier edad pueden tener dificultad para regular sus emociones. Hasta dos tercios de los adultos con TDAH tienen dificultad con esta forma de autocontrol.4 Los niños y los adultos pueden sentir las emociones con más intensidad y ​​durante más tiempo que otros. Es posible que se sientan frustrados, molestos o extremadamente emocionados con facilidad. Los niños y adultos con TDAH pueden estar más malhumorados e irritables que otros.

Problemas sensoriales: Las dificultades del procesamiento sensorial a menudo coexisten con el TDAH.5 Las personas con TDAH pueden ser muy sensibles a los sabores, el ruido, las luces y el tacto. También pueden sentirse abrumados en lugares concurridos. Una sobrecarga sensorial puede desencadenar una respuesta de estrés. Por ejemplo, los niños pueden tener crisis. Los adultos podrían necesitar irse de una situación abrumadora.

Dificultades con la memoria funcional y el funcionamiento ejecutivo: El TDAH es un problema con un grupo de habilidades conocido como la función ejecutiva. La memoria funcional es una de esas habilidades, junto con la atención, el autocontrol, la organización, la gestión de actividades de varios pasos y la realización de tareas, entre otras.

Ansiedad: Este problema de salud mental es común tanto en niños como en adultos con TDAH. Las investigaciones muestran que casi la mitad de los adultos con TDAH presentan un trastorno de ansiedad.6 Estos dos trastornos no sólo suelen coexistir, sino que también coinciden algunos de sus síntomas. Estos incluyen inquietud, problemas para dormir y baja autoestima. Esta coincidencia puede dificultar la obtención de un diagnóstico preciso.

Baja autoestima: Muchas personas con TDAH sienten que no pueden cumplir con las expectativas (incluidas las suyas propias) por mucho que lo intenten. Pero estas expectativas no siempre consideran las necesidades de las personas con TDAH.

Síntomas del TDAH desde la infancia hasta la edad adulta

El TDAH usualmente se manifiesta por primera vez en la niñez. Los síntomas continúan hasta la edad adulta en la mayoría de los casos. Pero los síntomas del TDAH en los adultos no suelen ser iguales a los síntomas de los niños con TDAH. Los síntomas suelen cambiar a medida que el cerebro continúa desarrollándose.

Tomemos como ejemplo la hiperactividad. Las señales pueden ser muy evidentes en los niños, que se mueven y hablan sin parar. Pero a medida que los niños crecen, este síntoma del TDAH puede disminuir o desaparecer por completo.

Si las personas todavía lo tienen en la edad adulta, es posible que no sea visible. Pero pueden tener sensaciones de inquietud, un flujo constante de pensamientos que pasan de un tema a otro y cambios rápidos del enfoque interno.

Con respecto a la falta de atención pueden aparecer señales desde temprana edad. Pero el comportamiento en niños muy pequeños puede que no parezca fuera de la norma. Ser soñador, olvidadizo o distraerse con facilidad podría no ser evidente hasta más adelante, a medida que aumentan las exigencias escolares y de otro tipo.

La impulsividad a menudo continúa más allá de la niñez y puede generar problemas mayores a medida que los niños crecen. Por ejemplo, los adolescentes con TDAH tienen más probabilidades de tener conductas riesgosas, como el consumo de sustancias y la actividad sexual sin protección.2

Los adolescentes también pueden pasar de un pasatiempo a otro y de una situación romántica a otra rápidamente. Es posible que cambien de trabajo con frecuencia, dejando los que les parecen aburridos por otros que les resultan novedosos o más interesantes.

Algunos adultos pueden encontrar que sus síntomas son más atenuados o limitados. A menudo eso depende de cómo se adaptan a sus diferencias y del tipo de trabajos y actividades que eligen.

Usar el iceberg del TDAH para crear conciencia y obtener apoyo

El iceberg del TDAH existe desde 1998 y ha sido un recurso popular. Tanto la analogía como la ilustración facilitan la comprensión del TDAH y cómo explicar los desafíos a los demás.

Puede usarlo para hablar con personas que puedan brindarle más información y apoyo, como maestros, profesionales de la salud y empleadores. Los padres pueden compartirlo con su hijo o con otros miembros de la familia.

Conocer las señales y síntomas invisibles puede ayudarlo a dar un mejor apoyo a las personas con TDAH en su vida. Si tiene TDAH, el iceberg puede aumentar su autoconciencia y aclararle que las dificultades que está teniendo son parte de su TDAH. También puede utilizarlo para crear conciencia en su comunidad o lugar de trabajo.

Resumen

El TDAH es una afección común causada por diferencias en la forma en que se desarrolla el cerebro. Muchas personas conocen los síntomas principales, los cuales pueden ser muy notorios. Estos incluyen falta de atención, impulsividad e hiperactividad. 

Otras señales y síntomas del TDAH son “invisibles” pero igualmente problemáticos. Las personas a menudo no los conocen y también desconocen su conexión con el TDAH. Estos síntomas incluyen dificultad para gestionar el tiempo, desorganización, cambios de humor, dificultades con las relaciones personales y ansiedad.

El iceberg del TDAH muestra las complejas capas de la condición. Los síntomas visibles están etiquetados en la cima del iceberg. Los invisibles están etiquetados debajo de la superficie, que es donde se encuentra la mayor parte del iceberg.

El iceberg proporciona una buena idea de los tipos de desafíos que no son obvios pero que de igual manera forman parte del TDAH. Y la información puede ayudarlo a hablar con otras personas sobre apoyos, estrategias y tratamientos.