La importancia de mostrar empatía a los niños que piensan y aprenden diferente

De un vistazo

  • Mostrar empatía implica comprender lo que su hijo está experimentando.

  • Puede ser difícil mostrar empatía cuando nos sentimos frustrados por una situación.

  • Reconocer y valorar los sentimientos de su hijo es una manera poderosa de conectar.

Imagine esta situación: Su hijo tiene dificultad para organizarse y prepararse para ir a la escuela. Hoy llegarán tarde, y es la tercera vez que sucede esta semana. Frustrado, usted le grita a su hijo que se apure.

Su reacción es comprensible. Ninguno de los dos puede darse el lujo de llegar tarde constantemente. Su hijo necesita aprender estrategias para administrar mejor el tiempo.

Reaccionar con frustración dirige la atención hacia cómo se siente usted, en lugar de hacia lo que está sucediendo a su hijo, que puede estar teniendo dificultades para alistarse.

Mostrar empatía puede cambiar esa dinámica. Permite que usted reconozca, no solo lo que observa y siente, sino también lo que siente su hijo. Lo ayuda a detenerse y pensar en lo que usted podría no estar viendo.

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Qué es la empatía y qué no lo es

La empatía es una manera de conectar. Les muestra a los niños que usted sabe que están experimentando algo, aunque no comprenda exactamente cómo se sienten. La empatía es decir: “Quiero que sepas que no estás solo, y que quiero entender cómo te sientes“.

Es importante que los niños escuchen ese mensaje. Cuando se sienten comprendidos y apoyados es más probable que permanezcan motivados. Además, su empatía puede ayudarlos a conocerse a ellos mismos y poder expresar mejor lo que necesitan.

La empatía es también una herramienta poderosa para entender cuál es la causa de un comportamiento. Puede ayudar a que usted y su hijo trabajen en equipo para enfrentar los desafíos a medida que se presenten. Incluso puede ayudarlos a conectarse en los momentos difíciles.

Pero la empatía no es lo mismo que la simpatía. Cuando usted muestra simpatía puede que sienta lástima por su hijo. Usted se siente mal porque hay algo que molesta a su hijo o le resulta difícil. Eso puede hacer que usted disminuya sus expectativas.

Ser empático no implica tener que reducir sus expectativas. Usted puede validar los sentimientos y experiencias de su hijo, y aun así seguir manteniendo estándares altos. Cuando usted se conecta y muestra empatía está enfatizando su convicción de que su hijo es fuerte y capaz.

Los componentes principales de la empatía son cuatro:

1. Considerar el punto de vista del otro

Deje a un lado sus sentimientos y reacciones para poder ver la situación a través de los ojos de su hijo.

Pregúntese: ¿Creo que mi hijo está dando lo mejor de sí?

2. No emitir juicios

No se apresure a llegar a conclusiones sobre lo que le sucede a su hijo.

Pregúntese: ¿Qué más necesito saber sobre lo que está pasando?

3. Comprender los sentimientos de su hijo

Tenga en cuenta sus experiencias para entender lo que su hijo está sintiendo. Intente recordar un momento en el que usted se haya sentido de la misma manera. (Pero tenga cuidado de no exagerar. Los niños tienen sus propias experiencias).

Pregúntese: ¿Qué más necesito saber sobre la manera en que mi hijo está viendo esto o reaccionando a lo que está sucediendo aquí?

4. Comunicar que usted entiende

Permita que su hijo exprese sus sentimientos sin utilizar frases para “arreglar” la situación como: “Lo que tienes hacer es…”. En su lugar, utilice frases reflexivas como: “Parece como si tú…” o “escuché que tú…”.

Pregúntese: ¿Cómo estoy reaccionando en este momento? ¿Qué debo hacer para hacer saber a mi hijo que lo estoy escuchando?

Empatía y emociones

La empatía no es acerca de sentir lástima, se trata de sentimientos. Para reaccionar con empatía usted necesita comprender cuáles son las dificultades de su hijo: Los retos que enfrenta y la manera en que estos retos afectan sus sentimientos.

Puede ser fácil asumir que usted sabe por qué su hijo actúa así. Por ejemplo, si se esconde cuando sus familiares vienen de visita, puede que usted se pregunte por qué es tan descortés. En realidad, puede que su hijo se sienta abrumado y esté intentando tranquilizarse.

Conectarse con las emociones de los niños les muestra que usted los comprende y los acepta. También les brinda a las familias una mejor manera de hablar del comportamiento.

También es importante que usted reconozca sus emociones. Lo que sucede con su hijo en esos momentos de estrés también lo afecta a usted emocionalmente. Es difícil mostrar empatía si usted se siente frustrado o enojado. Por lo tanto, es recomendable que espere un minuto antes de responder.

Cuando usted es empático demuestra que está tratando de poner a un lado sus sentimientos para comprender el punto de vista de su hijo. Además, cuando su hijo ve que usted se controla lo a manejar sus emociones con más eficacia.

Cómo hablarles a los niños con empatía

Una cosa es comprender la importancia de la empatía y otra es saber cómo expresarla. Cuando padres y cuidadores hablan sin empatía, podrían decir cosas como: “Si hubieras estudiado más, habrías salido mejor en el examen”.

Este tipo de reacción no reconoce los sentimientos o desafíos que podrían estar relacionados con el comportamiento. Escuchar cosas como esas no motiva a los niños a cambiar.

En cambio, una reacción como esta sí muestra empatía: "Sé que esto es difícil para ti, pero la verdad es que no pasaste mucho tiempo estudiando. La próxima vez haremos un plan de estudio. Y también hablaremos si necesitas ayuda”.

Solo ese pequeño cambio en el enfoque puede hacer una gran diferencia en lo que los niños escuchan y sienten, y en su disposición a seguir esforzándose en las cosas que les resultan difíciles.

Responder a su hijo con empatía requiere práctica. Descubra otras maneras de mostrar empatía a los niños. También puede revisar qué puede decir cuando su hijo se sienta frustrado.

Puntos clave

  • La empatía no es sentir lástima por su hijo.

  • La empatía es la capacidad de decir con sinceridad a su hijo: “No estás solo, y quiero comprender cómo te sientes”.

  • Responder a su hijo con empatía requiere práctica pero puede generar grandes beneficios.