El autoconocimiento es la habilidad de conectarse con nuestros sentimientos, pensamientos y acciones.
Tener autoconocimiento también significa poder reconocer cómo nos perciben otras personas.
Las personas que se conocen a sí mismas reconocen sus fortalezas y desafíos.
Es posible que escuche hablar del autoconocimiento como una habilidad importante, tanto para los niños como para los adultos. El autoconocimiento es la capacidad de conectarse con nuestros sentimientos, pensamientos y actos.
Cuando las personas se conocen a sí mismas entienden sus fortalezas y desafíos, y saben qué los ayuda a progresar. También entienden que la manera en que se ven a sí mismos puede ser diferente a cómo los perciben los demás.
Las personas que desarrollan la habilidad del autoconocimiento pueden:
Reconocer sus fortalezas y desafíos.
Entender y hablar de sus necesidades y sentimientos.
Reconocer las necesidades y sentimientos de otras personas.
Darse cuenta de cómo su comportamiento afecta a los demás.
Desarrollar una mentalidad de crecimiento y aprender de sus errores.
Cuando las personas se conocen mejor, les es más fácil desarrollar la autoestima. Esto es especialmente importante para las personas que piensan y aprenden de manera diferente y que tienen dificultad con ciertas habilidades y tareas.
El autoconocimiento les permite ver, no solo sus desafíos, sino también en qué son buenos.
Profundice
El autoconocimiento no se desarrolla de una sola vez. Es un proceso que comienza en la niñez, a medida que los niños empiezan a ser capaces de reconocer y nombrar sus emociones, fortalezas y desafíos, así como lo que les gusta y lo que no les gusta. Y continúa desarrollándose a lo largo del tiempo.
Hay dos tipos de autoconocimiento: privado y público. El autoconocimiento privado es cuando las personas son conscientes de algo acerca de ellas mismas que los demás puede que no noten, como sentir ansiedad por tener que leer en voz alta.
El autoconocimiento público es cuando las personas están conscientes de cómo los perciben los demás. Esto ocurre a partir de los 5 años. Antes de esa edad, la mayoría de los niños no se dan cuenta de que otras personas no siempre piensan y sienten de la misma manera que ellos.
¿Por qué algunas personas tienen dificultad para saber qué es lo que se necesita hacer para completar una tarea? ¿O para darse cuenta de los errores que cometieron en el trabajo que han realizado y corregirlos? El autoconocimiento ayuda a las personas a hacer un seguimiento de lo que están haciendo. Esto se llama autosupervisión.
El autoconocimiento también ayuda con la reflexión, pensar en lo sucedido para encontrar maneras de hacer mejor las cosas la próxima vez. ¿Qué está funcionando y qué no funciona? El autoconocimiento también puede ayudar a las personas a pedir lo que necesitan, es decir, abogar por sí mismos.
Conocerse mejor a sí mismo puede comenzar con cosas pequeñas, como reconocer las fortalezas. Las personas suelen enfocarse en lo que necesitan mejorar y no siempre toman en cuenta lo que hacen bien.
Reconocer esas habilidades ayuda a desarrollar la autoestima. También permite a las personas utilizar sus fortalezas para trabajar en sus desafíos.