4 maneras en que los niños usan la autosupervisión para aprender

La autosupervisión es una habilidad que utilizamos todo el tiempo para dar seguimiento a lo que estamos haciendo. Consiste en una serie de valoraciones que vamos haciendo en el camino: ¿Cómo va la actividad? ¿Qué funciona y qué no? ¿Debería hacer ajustes?

Por ejemplo, cuando usted hace el desayuno se fija si el aceite se ha derretido en la sartén antes de agregar los huevos. Si los huevos quedaron poco hechos la última vez, usted podría pensar: ¿Qué tengo que hacer diferente esta vez?

La misma habilidad se utiliza también en el aprendizaje. Estas son cuatro maneras en las que los niños utilizan la autosupervisión para aprender.

1. Autosupervisión y aprendizaje básico

Los niños utilizan la autosupervisión como ayuda para aprender habilidades como las matemáticas y la lectura. También la utilizan para cosas más básicas como entender indicaciones, estar al día con las fechas de entrega de tareas y revisar el trabajo.

Un niño que tenga habilidades de autosupervisión limitadas podría no reconocer los errores cuando está revisando una tarea de escritura o de matemáticas. También es posible que tenga dificultad para determinar si siguió las indicaciones de manera correcta. Esto es un obstáculo para saber cuándo necesita pedir ayuda.

2. Autosupervisión y matemáticas

Cuando se trata de matemáticas, los niños utilizan la autosupervisión para descubrir cuál es la mejor manera de resolver un problema y determinar si la respuesta parece razonable. Los niños pequeños la utilizan para decidir qué operación (u operaciones) utilizar en un problema de lógica.

A un niño que tenga problemas con esta habilidad puede que le cueste entender palabras importantes (como además de o cuánto menos que), o saber si debe utilizar el signo de + o – al escribir el problema.

La autosupervisión ayuda a los niños mayores a revisar sus respuestas utilizando la operación inversa. Por ejemplo utilizar la multiplicación para revisar un problema de división. Además, la autosupervisión es la habilidad que utilizan para asegurarse de que siguieron todos los pasos de un problema y que cada paso fue realizado correctamente.

Un niño con problemas con la autosupervisión podría equivocarse en uno de los pasos sin darse cuenta. Puede que no note que la respuesta no tiene sentido.

3. Autosupervisión y aprender a leer

Los niños que comienzan a leer utilizan la autosupervisión para determinar si los sonidos que están emitiendo al pronunciar las letras tienen sentido juntos al formar una palabra que reconocen (habilidad que se conoce como decodificar). La autosupervisión es lo que los ayuda a repensar una palabra cuando no suena bien.

Un niño con problemas con la autosupervisión y decodifica la palabra boat (bote) como bow-AT, puede que no se dé cuenta de que no tiene sentido.

Ese niño también podría tener dificultad para reconocer que una palabra no tiene sentido en una oración y para descubrir cuál sí lo tendría.

4. Autosupervisión y comprensión lectora

Los niños utilizan la autosupervisión para convertirse en mejores y más efectivos lectores. Cuando comienzan a leer en busca de significado, los padres y maestros pueden ayudarlos a entender lo que están leyendo. A medida que leen mejor, los niños reemplazan estos supervisores externos con la autosupervisión. Pueden hacerse a ellos mismos preguntas como:

• ¿Por qué estoy leyendo esto y qué es lo que aprenderé?

• ¿Entiendo la manera en que se presenta la información? (Por ejemplo, en una lista, un libro del alfabeto o un libro con capítulos).

• ¿Puedo relacionar esto con algo que ya sepa?

• ¿Entiendo las ideas y las palabras? ¿Necesito buscarlas en un diccionario o pedir ayuda?

La buena noticia: Hay maneras de ayudar

Tener problemas con la autosupervisión no significa que los niños no podrán aprender. Pero es posible que necesiten más apoyo. Existen adaptaciones que los maestros pueden ofrecer para ayudarlo en el salón de clases. También hay estrategias que usted puede utilizar en casa para facilitar las cosas.