Tratamientos para niños con disgrafía

De un vistazo

  • Existen diferentes estrategias de enseñanza que pueden ayudar con la disgrafía.

  • No existen medicamentos para la disgrafía.

  • La tecnología de asistencia puede ser de gran ayuda para los niños con dificultad para escribir.

Si su hijo tiene disgrafía o usted cree que podría tener disgrafía, tal vez se pregunte cómo ayudarlo.

No existe medicación para la disgrafía. No obstante, hay terapias y estrategias educativas para las dificultades con la escritura. La (AT, por sus siglas en inglés) también puede ayudar. Además, existen muchas cosas que usted puede hacer en la casa para mejorar las habilidades relacionadas con la escritura y fomentar que su hijo escriba.

Conozca las estrategias y apoyos que pueden ayudar a los niños con disgrafía.

Instrucción y apoyos para la disgrafía

La escritura es un proceso complicado que involucra muchas habilidades. No existen enfoques de enseñanza o programas específicos para la disgrafía. Sin embargo, eso no significa que los maestros no puedan ayudar a los estudiantes que tienen dificultad para escribir.

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Escribiendo...
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Existen técnicas de enseñanza específicas para ayudar a los niños con disgrafía (también pueden ayudar a otros que tengan dificultades para escribir). Los maestros elegirán las estrategias a usar, basados en los desafíos específicos del estudiante.

Los desafíos de la escritura a menudo están relacionados con dificultades para leer. Muchos niños con disgrafía también tienen , y para escribir bien puede que necesiten trabajar en habilidades básicas de lectura como .

La decodificación es especialmente importante para la ortografía. Así que, para mejorar esta habilidad, los maestros podrían enfocarse en:

  • Las relaciones entre sonidos y las letras que los representan

  • Los patrones de sílabas

  • Las relaciones entre significados y grupos de letras

Los niños con disgrafía no perciben de forma natural las reglas de la escritura. Es por ello que los maestros usan la instrucción explícita para ayudarlos a aprender esas reglas. Por ejemplo, podrían enseñarles dónde colocar los verbos y los sustantivos en una oración, y cómo y cuándo usar la puntuación.

También podrían enseñar a los estudiantes una señal o pista que los ayude a recordar cuáles son las partes de un tipo particular de escritura, como cuando se elabora una historia (esto se llama mnemotecnia). Los maestros podrían entregar a los estudiantes un organizador gráfico para ayudarlos a planear un ensayo.

Un área en la que los niños con disgrafía a menudo tienen problemas es la transcripción. Esta extensa habilidad incluye la escritura a mano, la mecanografía y la ortografía.

Los maestros pueden usar las técnicas multisensoriales para ayudar a los alumnos a mejorar en esa área. La tecnología de asistencia para la escritura también puede ayudar a desarrollar habilidades y a evitar áreas deficientes.

Además, hay varias adaptaciones para la disgrafía que se usan en el salón de clases. Estas incluyen tiempo extendido, esquemas hechos por el maestro para tomar apuntes y contestar las preguntas del examen de manera oral, en lugar de por escrito.

Terapias para la disgrafía

Algunos niños con disgrafía tienen dificultad con el acto físico de escribir. La terapia ocupacional a menudo puede ayudarlos a mejorar la fuerza de la mano y la coordinación motora fina necesaria para teclear y escribir a mano. También podría ayudar a los niños a aprender la posición del brazo y la postura corporal correcta para escribir.

La terapia educacional puede ayudar con otros aspectos de la escritura, y enseñar estrategias para que los niños eviten sus retos.

Los terapeutas podrían enseñar a los niños a tener conversaciones positivas consigo mismo para manejar sus retos con la escritura. Podrían ayudarlos a establecer metas razonables y relevantes para la escritura. Y además mostrarles cómo dar seguimiento del progreso de sus metas con herramientas visuales. Estas estrategias los ayudan a abordar las tareas de escritura de maneras que reduzcan la frustración.

Tratamiento para condiciones coexistentes

Los niños que piensan y aprenden de manera diferente suelen tener más de una condición. Es común que los niños con disgrafía también tengan TDAH, ansiedad y/o depresión. Además, la dislexia a menudo coexiste con la disgrafía.

El tratamiento para el TDAH, como el uso de medicación, no ayuda directamente con la disgrafía. Pero tratar los síntomas del TDAH, como la falta de concentración, puede ayudar a reducir algunos de los problemas que los niños tienen al escribir. Lo mismo sucede con los medicamentos ansiolíticos y antidepresivos.

La terapia para estas condiciones también puede ayudar, lo cual incluye la terapia cognitivo-conductual y la terapia conductual.

La dislexia y la disgrafía son muy diferentes, pero hay mucha coincidencia entre ambas. Trabajar en los problemas para leer también puede ayudar con las dificultades para escribir, y viceversa. Existen una serie de enfoques y programas para enseñar a leer a los niños con dislexia.

Maneras de ayudar en casa

Hay muchas maneras en las que usted puede ayudar a su hijo a desarrollar habilidades para la escritura en la casa. Pruebe los sujetadores de lápices y otras herramientas que faciliten la escritura. Descargue herramientas para ayudar con la escritura a mano y organizadores gráficos para ayudar con las tareas escritas.

Haga que su hijo pruebe estrategias de autorregulación para la escritura. También puede revisar las apps, el software y las herramientas Chrome que ayudan con la escritura.

Puntos clave

  • La terapia ocupacional puede ayudar a los niños con el acto físico de escribir.

  • La terapia educativa puede enseñar a los niños mejores maneras de abordar las tareas escritas. 

  • Existe gran variedad de herramientas, como sujetadores de lápices, apps y organizadores visuales que pueden facilitar la escritura de su hijo en la casa y en la escuela.