Consejos de expertos para ayudar a su hijo con disgrafía

¿Su hijo tiene dificultad con la escritura? ¿Ha sido diagnosticado con disgrafía? Estos ejercicios de especialistas en escritura a mano son divertidos, efectivos y fáciles de practicar en casa.

1. Sentir las letras

Remover una experiencia sensorial suele intensificar las demás. Los expertos recomiendan probar actividades que ayuden a su hijo a concentrarse en sentir (no en ver) cómo se forma una letra. Estas son algunas maneras de lograrlo.

  • Utilice su dedo para trazar una letra en la espalda de su hijo. 

  • Pídale a su hijo que le muestre la palma de su mano y que cierre los ojos. Trace una letra en la palma abierta. Luego vea si su hijo puede reproducir esa letra en su espalda o en una hoja de papel.

  • Propóngale un desafío mayor. Escriba una letra mayúscula y pídale a su hijo que la escriba en minúscula o viceversa.

2. Escribir con letras grandes

Los niños con disgrafía suelen tener dificultad para recordar cómo formar las letras correctamente. Una forma en que los terapeutas hacen que los niños recuerden mejor el proceso es pidiéndoles que escriban haciendo movimientos motrices amplios. También tratan de incorporar materiales multisensoriales. Hay algunas formas de hacer esto en la casa.

Los niños más pequeños pueden escribir letras grandes con crema de afeitar en la pared de azulejos del baño. O pueden rociar crema sobre el azulejo y escribir las letras sobre la espuma. 

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La arena es otro material con el que pueden practicar formar letras. También pueden agregar arena a pintura para dedos y así aumentar la información sensorial.

3. Utilizar arcilla o plastilina

La arcilla o plastilina es un medio muy versátil. Es maleable y los errores pueden desaparecer con tan sólo un pellizco.

Amase trozos pequeños de arcilla en forma de tubos y practique cómo hacer letras con su hijo. Desarrolla la fuerza de las manos y mejora las habilidades motrices finas. También refuerza las formas de las letras en la mente de su hijo.

Otra opción: Coloque una capa de arcilla sobre una bandeja para hornear. Luego pídale a su hijo que haga letras en la superficie con un lápiz. La arcilla proporciona información sensorial, lo que le da más información al cerebro sobre cómo se forman las letras.

4. Practicar la habilidad de pellizcar

Sostener un lápiz correctamente es difícil para muchos niños que tienen dificultad para escribir. Su hijo puede mejorar la fuerza de los dedos y el “agarre del lápiz” utilizando herramientas para “pellizcar” que tenga en la casa. Esto incluye pinzas de cejas y pinzas para hielo.

Pruebe este juego: Arroje trozos de cereal, bolitas de papel o gomas borrar pequeñas sobre una mesa. Luego vea cuántos pueden recoger usted y su hijo en un minuto con una pinza.

Otra opción: Mover las piezas de un juego de mesa con una pinza.

5. Entrenar ambos lados del cuerpo

Para desarrollar habilidades de escritura, ambos lados del cuerpo deben trabajar juntos. Un brazo sostiene el papel de forma estable. El otro hace el trabajo con el lápiz.

Cualquier actividad que resulte en un movimiento coordinado en ambos lados del cuerpo es beneficiosa. Esto incluye manualidades que utilizan tijeras: una mano sostiene, mientras que la otra corta.

También ayudan los ejercicios físicos que requieren coordinación cruzada. Estos incluyen saltos de tijera, tocar los pies alternando las manos y escalar. Trate de que su hijo haga algunos antes de sentarse a escribir.

6. Desarrollar fuerza y estabilidad

Puede que escribir no parezca físicamente exigente. Pero sentarse correctamente y controlar el lápiz y el papel puede ser difícil para un niño. Ambos requieren fuerza muscular y estabilidad en los hombros y el área abdominal.

Las actividades que ejerciten esas zonas pueden ayudar. Estas incluyen planchas, flexiones de brazos, caminar en carretilla, caminar como cangrejo, colgarse de barras y escalar con cuerdas. Incluso leer mientras se está acostado boca abajo en el suelo fortalece.

Así que reserve tiempo para actividades como estas en el día de su hijo. Puede practicarlas en el gimnasio, en el parque o en la sala de estar de la casa.

7. Contar historias que tengan una estructura clara

Los niños con disgrafía suelen tener dificultad para organizar sus pensamientos. Usted puede ayudar a su hijo practicando la narración estructurada.

A la hora de acostarse, pregúntele a su hijo: “¿Cómo estuvo tu día?”. Pídale que comience con una introducción como: “Hoy fue jueves y, bueno, fue un día ocupado para mí y mis amigos”. Pídale a su hijo que describa algo que sucedió en la mañana, en la tarde y en la noche. Luego dígale que haga un resumen de cómo estuvo el día en general.

Puede utilizar este enfoque con casi cualquier experiencia que su hijo quiera compartir con usted.

8. Decirlo primero

Los niños con disgrafía pueden tener grandes ideas. Pero expresar esas ideas por escrito puede ser un obstáculo frustrante para ellos.

Los teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos con funciones de grabación son una excelente manera para que los niños con disgrafía digan sus pensamientos o las historias que les gustaría contar. Luego pueden reproducir la grabación cuando se sienten a escribir. Esta puede ser una herramienta útil que aumentará su confianza en sí mismo.