Adaptaciones en el aula para la disgrafía
Los estudiantes que tienen disgrafía pueden tener problemas con la escritura a mano, la mecanografía y la ortografía. ¿Qué adaptaciones en el salón de clases pueden ayudar a estos estudiantes? Estas son algunas maneras en que los maestros pueden facilitar todos los aspectos de la escritura.
Materiales y rutinas en el aula
Facilitar sujetadores de lápiz o diferentes tipos de lápices y bolígrafos para averiguar cuál funciona mejor para el estudiante.
Entregar impresos para que tenga que copiar menos del pizarrón.
Proporcionar copias impresas de notas de la lección o resúmenes para ayudar al estudiante a tomar apuntes.
Dar más tiempo para hacer anotaciones y copiar el material.
Permitir que el estudiante use una grabadora o una laptop en clase.
Ofrecer papel de diferentes colores o con líneas resaltadas para ayudar a trazar las letras en el espacio correcto.
Entregar papel cuadriculado (o con rayas y usarlo de lado) para alinear los problemas de matemáticas.
Dar instrucciones
Entregar las tareas asignadas en papel con el nombre, la fecha, el título, etc., ya completados.
Proporcionar la información necesaria para empezar antes los proyectos de escritura.
Ayudar al estudiante a dividir en pasos las tareas escritas.
Entregar indicaciones y explicar cómo se calificará cada paso.
Mostrar ejemplos de tareas terminadas.
Ofrecer alternativas a las respuestas escritas, como poder responder de manera oral.
Completar exámenes y proyectos
Adaptar los formatos de los exámenes para disminuir la escritura a mano. Por ejemplo, usar preguntas en las que haya que responder completando un espacio en blanco o encerrando la respuesta en un círculo.
Calificar en base a lo que sabe el estudiante, no su escritura a mano o su ortografía.
Que alguien escriba por el estudiante o permitir el uso de texto-a-voz para que el estudiante dicte las respuestas de las pruebas y las tareas escritas.
Permitir que el estudiante escoja entre letra cursiva o de molde (letra de imprenta) para las respuestas escritas.
Permitir que alguien “revise” para corregir errores.
Proporcionar más tiempo para terminar los exámenes.
Facilitar un lugar tranquilo para los exámenes en caso de que fuera necesario.
Qué sigue:
¿Tiene un estudiante que tiene problemas con la escritura? Averigüe cuáles son las diferencias entre la disgrafía y el trastorno de la expresión escrita.
¿Su hijo tiene dificultad para escribir a mano? Explore recomendaciones fáciles y efectivas para practicar en la casa.