Llame al niño por su nombre y haga una pausa antes de hacerle una pregunta o darle una instrucción. Pídale que lo vea a los ojos mientras usted habla.
Consejo práctico 2
Facilite que lo escuche.
Facilite que lo escuche.
Hable más despacio. Utilice oraciones más cortas, simples y directas con menos palabras.
Consejo práctico 3
Repita lo que dijo.
Repita lo que dijo.
Pregunte si necesita volver a escucharlo o diga: “Quiero asegurarme de que me escuchaste, así que lo repetiré”.
Consejo práctico 4
Sea un aliado.
Sea un aliado.
Incluso si usted se siente frustrado, trate de ofrecer apoyo. Diga: “Si no estás seguro de lo que dije o quise decir, con gusto te lo explico.”
Puede ser realmente frustrante cuando los niños parecen no escuchar cuando usted les hace una pregunta o les da una instrucción. Puede que se pregunte si hay un problema o si lo están ignorando a propósito.
Depende mucho de la edad. A menudo los niños son pequeños parece que no escucharan. Puede que estén ensimismados en un juego. O puede que lo escuchen, pero usted no lo nota porque no voltean a verlo.
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A medida que crecen, los niños suelen aprender una regla social básica: Cuando alguien habla, dejas de hacer lo que estabas haciendo y miras a esa persona para que sepa que la estás escuchando.
Sin embargo, a veces es evidente que un niño no escucha bien. ¿Cuál podría ser la causa? Lo primero que hay que descartar es que se trate de un problema auditivo. Pero hay otras razones por las que los niños tienen dificultad para escuchar.
Dos de las más comunes son dificultades con el lenguaje o para seguir instrucciones. Tener problemas de concentración también pueden influir.
Independientemente de lo que esté causando la dificultad, es importante saber que los niños no son irrespetuosos a propósito. Solo necesitan ayuda para desarrollar las habilidades necesarias para escuchar.
Profundice
Los niños requieren muchas habilidades para seguir instrucciones. Necesitan poder enfocarse, escuchar y seguir la información que reciben. Los niños pueden tener dificultad para seguir instrucciones cuando tienen deficiencias en estas áreas.
Por ejemplo, algunos pueden tener problemas con el lenguaje. Es posible que procesen la información más lentamente que otros niños, y necesiten más tiempo para entender lo que usted está diciendo.
Los niños pueden tener dificultad para retener la información el tiempo suficiente como para reaccionar a ella. O pueden tener dificultad para permanecer enfocados. Estas habilidades forman parte de lo que se conoce como la función ejecutiva.
Algunos niños tienen dificultad para entender el significado de lo que dicen las personas. Pero puede ser difícil identificar si es esta la causa de los problemas para escuchar.
Si usted observa detenidamente el comportamiento del niño, puede comenzar a notar patrones. Esto puede ayudarlo a encontrar estrategias para que escuchar sea más fácil.
Si le preocupa que pueda tratarse de un problema auditivo, considere que un especialista en audición realice una evaluación. Los pediatras pueden sugerirle el especialista indicado.
Los padres y los maestros deben estar en contacto y colaborar para encontrar respuestas y soluciones. Una opción podría ser una evaluación en la escuela que incluya pruebas de lenguaje. Una evaluación puede resultar en la obtención de apoyos en la escuela.