¿Qué puedo hacer si el maestro de mi hijo le quita el recreo?

La escuela puede ser mucho más difícil para los niños con TDAH si los maestros les quitan el recreo. Una experta explica cómo usted puede colaborar con los maestros para encontrar una solución.

P: Mi hijo tiene TDAH, y el maestro a menudo le quita el recreo por haberse comportado de forma inapropiada. Pero él necesita el recreo para descargar su energía. ¿Cómo puedo hablar con el maestro sobre esto? 

R: A veces es difícil para los maestros elegir la acción correcta ante una conducta inapropiada. Saben que los niños esperan con ansias el recreo. Por lo tanto, eliminar el recreo les podrá parece castigo conveniente ya que lo consideran un privilegio. Pero eso podría causar más daño que beneficio.

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La importancia del recreo

La investigación muestra que el recreo es importante para ayudar a los niños con TDAH. Muchos de ellos tienen dificultad con las habilidades sociales. Es posible que hablen con otros niños en clase, cuando se espera que estén en silencio. El recreo les brinda la oportunidad de socializar en el lugar adecuado.

Los niños con TDAH también pueden tener dificultad con las habilidades motrices gruesas. El recreo ofrece otra forma de desarrollar sus habilidades motrices finas y gruesas a través de actividades. 

Además, el recreo les da a todos los niños un descanso mental para que puedan regresar a clases y concentrarse.

Qué puede hacer

Si le preocupa que a su hijo con TDAH no le estén permitiendo salir al recreo, programe una cita para hablar con el maestro. De esa manera podrán intercambiar ideas acerca de la importancia del receso. 

Hablen de lo que significa para cada uno de ustedes “quitar el recreo”. Explíquele que su hijo necesita el receso para socializar y descansar de estar sentado o permanecer en silencio.

Después, traten de ponerse de acuerdo sobre cómo estructurar el recreo para que su hijo no lo pierda totalmente. Una manera es reducir gradualmente el tiempo de recreo, en lugar de eliminarlo por completo. De esta forma, su hijo seguirá teniendo el descanso que necesita.

Por ejemplo, tal vez el recreo dure tiempo unos 20 minutos al día para todos. Los niños que han interrumpido la clase podrían empezar el recreo unos minutos más tarde que los demás. De esta manera, ningún niño pierde todo el tiempo de recreo. Y siguen beneficiándose de tener un tiempo para correr, jugar y desarrollar de esa manera su cerebro.

Otra idea es que su hijo obtenga privilegios especiales en el recreo cuando siga las reglas de la clase. Por ejemplo, su hijo podría dirigir o elegir una actividad durante el recreo. Pero sea como sea, su hijo participa en el recreo.

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