Las suspensiones escolares perjudican a los niños que tienen un IEP o un plan 504

¿Por qué los estudiantes que tienen un tienen el doble de probabilidad que sus compañeros de ser suspendidos? ¿Por qué muchas de estas suspensiones disciplinarias involucran a niños que piensan y aprenden de manera diferente? ¿Y cómo pueden ayudar los padres y los educadores?

Estas son algunas de las preguntas que surgieron en un reporte reciente del socio fundador de Understood National Center for Learning Disabilities (NCLD). El reporte se llama The State of Learning Disabilities: Understanding the 1 in 5. El subtítulo se refiere al 1 de cada 5 niños que tienen discapacidades de aprendizaje.

Un capítulo está dedicado a problemas sociales, emocionales y de conducta. Es ahí donde el reporte expone los datos sobre las suspensiones. Se enfoca en dos de las 13 categorías de discapacidades amparadas por la ley de educación especial. Una es “discapacidades específicas de aprendizaje” (LD, por sus siglas en inglés). La otra es llamada “otros impedimentos de salud” (a menudo conocidas por sus siglas en inglés “OHI”) que ampara a muchos chicos con .

Estas dos categorías representan dos terceras partes de las suspensiones de estudiantes que tienen un IEP.

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Toda esa pérdida de tiempo académico perjudica a los chicos. De acuerdo con The State of LD, suspender a los estudiantes incrementa el riesgo de que abandonen la escuela. También es más probable que tengan problemas con el sistema de justicia juvenil.

“Tenemos una epidemia de suspensiones escolares que está perjudicando a los chicos”, dice el abogado Robert Tudisco. “Lo veo diariamente en mi práctica legal”. Tudisco fue fiscal y ahora representa a estudiantes que enfrentan acciones disciplinarias escolares.

“Aunque el número de suspensiones ya de por sí luce preocupante, la realidad es que está subestimando el problema”, añade Tudisco. “Debido a que los datos solo incluyen a estudiantes con IEP”.

“Muchos de los niños que piensan y aprenden de manera diferente no tienen un IEP”, dice Tudisco. “Puede que no hayan sido evaluados o diagnosticados, o que no tengan un ”.

Otro dato que puede sorprender a los padres: Muchas suspensiones se deben a actos no violentos.

The State of LD destaca un estudio realizado en Texas que siguió a más de 900 mil estudiantes durante más de 6 años. El estudió encontró que el 97% de los estudiantes fueron disciplinados por ofensas “discrecionales”. Eso puede significar peleas, pero a menudo significa haber sido irrespetuoso o alborotado (Lea el PDF del estudio).

Es muy importante destacarlo porque los estudiantes con TDAH tienen dificultad para controlar sus impulsos. Tienen problemas para regular su comportamiento. Es por eso que Tudisco afirma que tienen más riesgo de ser suspendidos.

Las escuelas no tienen que suspender a los estudiantes cuando se trata de ofensas “discrecionales”. Pueden optar por métodos disciplinarios menos severos, pero a menudo optan por la suspensión.

El estudio de Texas también examinó la frecuencia de suspensión. De los estudiantes que fueron suspendidos solo una vez, menos de 1 de cada 12 tenía una DA. Pero de los estudiantes suspendidos 11 o más veces, 1 de cada 6 tiene una DA.

Como se destaca en The State of LD, los altos porcentajes de suspensión indican que puede que las escuelas no sepan cuáles comportamientos están relacionados con las discapacidades (el término técnico para esto es “manifestación”).

De acuerdo con la ley federal, los estudiantes que tengan un IEP o un plan 504 tienen protecciones adicionales. Por ejemplo, generalmente no se permite que las escuelas suspendan a los niños por conductas que no son violentas si se establece que su conducta estaba relacionada con su discapacidad. El proceso involucra una audiencia llamada “determinación de la manifestación”.

The State of LD destaca las maneras de ayudar. Una herramienta es la carta de orientación que escribió el año pasado el Departamento de Educación de los Estados Unidos. Le recuerda a las escuelas que deben ofrecer apoyo conductual a los chicos que reciben . Si un niño es disciplinado o suspendido repetidamente, la carta advierte que esto podría significar que no se han implementado los servicios adecuados.

“Lamentablemente los padres no siempre conocen sus derechos legales”, dice Tudisco. “Y algunos puede que no quieran que su hijo sea evaluado para un IEP o un plan 504 debido al estigma”, añade. No obstante, sin una evaluación no existe la protección adicional otorgada por ciertas leyes.

“Siempre le digo a mis clientes que si sospechan que sus hijos tienen problemas de comportamiento, soliciten una evaluación”, dice Tudisco. “Notifiquen a la escuela al respecto. Intenten hacerlo lo antes posible, antes de que su hijo se perjudique más”.

“Si no ha solicitado una evaluación, todavía puede solicitarla después de que su hijo se ha metido en problemas”, dice. “Pero como cuestión práctica, es mucho más complicado buscar protección por discapacidad luego de que se ha producido el evento en cuestión”.

Lea más acerca de los derechos de los estudiantes que tienen un IEP o un plan 504 en cuanto a la disciplina escolar y los derechos de los estudiantes que no tienen un IEP o un plan 504. Puede que también quiera informarse acerca de cómo las escuelas pueden fomentar el buen comportamiento a través de intervenciones y apoyos conductuales positivos (PBIS, por sus siglas en inglés).

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