Lo que no hay que decirle a su hijo sobre el TDAH

Usted quiere decir cosas que ayuden y motiven a su hijo. Sin embargo, puede que a veces haga comentarios que tienen el efecto contrario sin siquiera saberlo. Estos son seis ejemplos comunes de lo que no hay que decir a su hijo con TDAH, y lo que puede decir en su lugar.

1. “Tener TDAH no es una excusa”

La realidad: El TDAH no es una excusa, pero suele ser una explicación de cosas que los niños hacen o no hacen. El TDAH afecta el autocontrol. Dificulta manejar las emociones y pensar con antelación. Por lo tanto, los niños con TDAH a menudo no controlan sus actos ni sus consecuencias.

Por qué no decirlo: Una cosa es hacer algo malo a propósito. Pero si este no es el caso, usted está enviando el mensaje a su hijo de que cualquier cosa que haya pasado, es su culpa.

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Qué decir en su lugar: “¿Puedes explicarme cómo ocurrió? ¿Qué hubieras podido hacer diferente?”.

2. “Todos nos distraemos a veces”

La realidad: La mayoría de las personas pierden la concentración de vez en cuando, pero a los niños con TDAH les pasa frecuentemente. Se distraen fácilmente, y esto les causa problemas en la escuela, con los amigos y en la casa.

Por qué no decirlo: Puede que usted esté tratando de que su hijo se sienta menos solo. No obstante, este comentario puede resultar contraproducente porque a diferencia de otros niños, su hijo se distrae la mayor parte del tiempo.

Qué decir en su lugar: “Todos tenemos dificultades con ciertas cosas. No eres el único”.

3. “El TDAH te hará más creativo”

La realidad: Hay estudios que sugieren que tener TDAH puede propiciar que las personas piensen de manera innovadora y adopten nuevas ideas. No obstante, no hay evidencia de que el TDAH cause que las personas sean más creativas.

Por qué no decirlo: Incluso si esto fuera cierto, ¿qué pasa si su hijo no es especialmente creativo? Este comentario plantea una expectativa poco realista. Es otra manera en que su hijo puede “estar por debajo”.

Qué decir en su lugar: “Es bueno tener fortalezas y pasiones. Veamos qué cosas te interesan y te encantan hacer”.

4. “Si puedes concentrarte en cosas divertidas, puedes hacerlo en el trabajo”

La realidad: Los niños que generalmente no pueden concentrarse, a menudo se hiperconcentran en cosas que realmente les interesan o que son muy urgentes. Esto tiene que ver con cómo funciona el cerebro en las personas que tienen TDAH.

Por qué no decirlo: Los niños con TDAH no pueden controlar su capacidad de concentración. Este comentario lo hace parecer una decisión, y que usted no cree que su hijo tenga dificultad para concentrarse.

Qué decir en su lugar: “Necesitas hacer tus deberes aunque te cueste concentrarte. Puedes tomar descansos si lo necesitas”.

5. “Vas a superar el TDAH”

La realidad: El TDAH es una condición de por vida. Sin embargo, los síntomas suelen disminuir a medida que los niños crecen, especialmente la hiperactividad. Además, hay estrategias y tratamientos que pueden ayudar.

Por qué no decirlo: En primer lugar, no es verdad. En segundo lugar, puede causar que su hijo se sienta decepcionado. En tercer lugar, tener falsas expectativas se interpone en el proceso de conocerse a uno mismo y la capacidad de defenderse.

Qué decir en su lugar: “Muchas veces el TDAH se vuelve menos problemático a medida que los niños crecen. Además hay cosas que podemos hacer ahora mismo para facilitar las cosas”.

6. “Nadie tiene que saber que tienes TDAH”

La realidad: Si las personas no saben, no pueden ayudar ni apoyar a su hijo. En cambio, pueden ser críticos y juzgar los comportamientos que no entienden.

Por qué no decirlo: Este comentario no “protege” a los niños, sino que puede aislarlos. Y podría enviar el mensaje de que el TDAH es motivo de vergüenza, y que las personas reaccionarán mal.

Qué decir en su lugar: “No necesitas mantener en secreto tu TDAH. Contarle a las personas en quien confías puede ser de gran ayuda”.