Qué quisiera que las personas supieran sobre criar a un niño con dificultades del funcionamiento ejecutivo

Recuerdo cuando empezamos a notar señales de desorganización en nuestro hijo Miguel. Tenía dificultad para organizar sus deberes escolares y terminar los exámenes. También le resultaba difícil recordar cosas.

Cuando supimos que Miguel tenía dificultades del funcionamiento ejecutivo, todo empezó a tener sentido. Averiguamos qué necesitábamos hacer todos los días para ayudar a nuestro hijo con sus desafíos.

Estas son cinco cosas que me gustaría que todos supieran acerca de criar a un niño que tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo.

1. Requiere paciencia

Es realmente importante entender cómo los problemas con la función ejecutiva afectan a su hijo. Nosotros aprendimos a través de los trabajos a medio terminar de nuestro hijo, los libros que había olvidado y los avisos a último minuto como: “¡Mamá, este proyecto se entrega mañana!”.

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Enojarse no ayuda. Lo sé por experiencia propia porque yo me enojaba y me frustraba cuando Miguel no hacía cosas que a mí me parecían tan lógicas y sencillas. Esa actitud nunca sirvió.

Con el tiempo desarrollé más paciencia. Comencé a entender que su cerebro procesa las cosas de manera diferente. Ser paciente puede ser muy difícil si no comprende cómo opera la función ejecutiva.

2. Ayuda hacer un horario para la semana

Una de las cosas que aprendí muy pronto sobre las dificultades del funcionamiento ejecutivo es la importancia de un cronograma. Me refiero a un calendario en el que se pueda hacer anotaciones y que esté en un lugar visible donde todos puedan verlo.

El calendario debe mostrar todas las prácticas, las fechas de entrega de las tareas y los proyectos, los exámenes, los compromisos familiares y las actividades sociales. Al tener todo por escrito es más fácil ayudar a su hijo a cumplir con las exigencias de la semana de manera organizada y tranquila.

Antes de que hubiéramos establecido un cronograma, Miguel estudiaba de camino a la escuela el día del examen. Ahora, cada domingo planificamos toda la semana.

3. Es importante hacer listas con pasos muy específicos

Entendí lo importante que son las listas después de ver la dificultad que tenía mi hijo para organizarse. Cosas como recordar leer las instrucciones de un proyecto escolar o traer a casa ciertas carpetas, simplemente no sucedían.

Es por ello que hacemos listas que incluyen todos los pasos que él necesita seguir para completar sus deberes. Cosas que quizás a usted no se le ocurriría incluir, como “leer todas las instrucciones”, “tacharlas cuando las hayas realizado” y “revisar que no haya errores en la tarea”, están en su lista.

También puede hacer una lista de revisión de las cosas que hay que traer a casa todos los días. Es importante adaptar la lista según las necesidades de su hijo y modificarla a lo largo del tiempo.

4. Las situaciones sociales pueden ser problemáticas

Miguel es literalmente la persona más sociable que conozco. Pero ¿capta correctamente las señales sociales? No siempre. Tiene que trabajar en eso.

En ocasiones se pregunta por qué un amigo dijo algo en particular. O si alguien se enojó con él porque no respondió de cierta manera. Incluso solía preguntarle a las personas si continuaban siendo amigos, porque sentía que necesitaba estar seguro.

Esto ocurre porque las dificultades del funcionamiento ejecutivo pueden obstaculizar que organice la información social que no es obvia. Por ejemplo, puede tener dificultad para comprender lo que está sobreentendido en lo que una persona dice o hace.

Conversamos mucho sobre situaciones como esas. Hicimos juntos una lista de las cosas que debería pensar antes de hacer una pregunta a alguien. Ha mejorado, pero aún tiene que seguir trabajando en las situaciones sociales.

5. Los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo podrían necesitar ayuda para tener una visión general

A mi hijo le cuesta ver una situación en su totalidad. En su lugar, se enfoca en una sola cosa.

Por ejemplo, hace varios años una maestra me dijo que mi hijo la había interrumpido cuando estaba reunida con el director. Él necesitaba hacer una pregunta acerca de un proyecto (una pregunta que ya había sido respondida en clase).

Mi hijo solo “vio” su necesidad de obtener una respuesta. No se dio cuenta de que la maestra estaba ocupada en una reunión o que quería privacidad. Desde entonces, le hemos enseñado a ver más allá de sus necesidades y a “poner atención”.

Mi hijo ha avanzado mucho en el manejo de sus dificultades del funcionamiento ejecutivo. Han pasado cuatro años desde que fue diagnosticado. Las dificultades del funcionamiento ejecutivo pueden cambiar a medida que los niños crecen y maduran.

Miguel hace un gran esfuerzo y ha progresado mucho. Presentó el examen para el programa de dotados en la escuela y obtuvo “A”. Pero sus dificultades siguen afectando su vida diaria. Sin embargo, con mucha comprensión hemos aprendido cómo apoyarlo.


Conozca cómo es un día en la vida de un niño que tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo. Aprenda más acerca de la memoria funcional.