Mi adolescente dejó de hablarme. ¿Me debería preocupar?

Así que su adolescente que solía ser conversador de pronto se ha vuelto callado. A ningún padre le gusta que su hijo deje de comunicarse, en especial cuando sienten que han tenido una relación cercana y nada ha cambiado de su parte.

Lo primero que hay que hacer es tomárselo con calma. Alejarse de los padres es una etapa de desarrollo normal y necesaria de la adolescencia. Sin embargo, aunque a su hijo le cueste admitirlo (y probablemente no lo hará), sigue necesitando que usted se mantenga conectado e involucrado en su vida. Esto es especialmente cierto para los adolescentes que piensan y aprenden de manera diferente, que a menudo enfrentan estrés adicional en el bachillerato.

Los adolescentes necesitan su propio espacio, pero también necesitan a sus padres. Por eso, usted necesita acercarse con cuidado a su hijo durante el proceso de separación. Comience por reconocer el momento en el que se encuentra su adolescente.

¿Cuál es su principal preocupación?

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¿Qué tan silencioso se ha vuelto?

Si usted tiene o no motivos para preocuparse depende de en qué medida su hijo ha dejado de hablarle. Estos son algunas posibles situaciones.

Usted y su hijo solían ser “los mejores amigos”. Su hijo le contaba todo. Pero ahora, de repente, lo excluye y solo habla de su vida privada con sus amigos.

En este caso, usted tiene muy poco de qué preocuparse. Por doloroso que sea, tiene que tratar de no tomárselo personal. Su adolescente está haciendo lo que se supone que debe hacer.

Estas son algunas recomendaciones de qué hacer (y qué no hacer) en esta situación:

  • No le dé un sermón a su hijo ni le diga que se siente herido.

  • Trate de tener interacciones positivas con su adolescente.

  • Involucre a su hijo en actividades que solían disfrutar juntos.

  • Coman juntos.

  • No lo presione para obtener información. Más bien, comparta algo gracioso o interesante sobre su vida. Si usted se abre, es más probable que su hijo haga lo mismo.

  • Hable con su adolescente como adulto y deje claro que usted valora sus opiniones y que espera respeto a cambio.

Su hijo, que solía ser encantador y afectuoso, ahora le responde con monosílabos y evita mirarlo. Su estudiante de bachillerato pasa el menor tiempo posible con usted y parece reservar su entusiasmo solamente para sus amigos.

Aunque puede ser desquiciante, y usted podría estar tentado a castigar este tipo de comportamiento, sepa que sigue estando dentro del rango de desarrollo normal durante la adolescencia. Centrarse en las relaciones con sus amigos los ayuda a ser menos dependientes de los padres, un paso necesario para convertirse en adultos felices e independientes. Dicho esto, sigue siendo su labor insistir en el respeto y cuidar a su hijo de cualquier peligro.

Qué hacer:

  • Establezca límites adecuados, pero también enfóquese en fortalecer su relación. Usted no será respetado si su adolescente no se siente conectado con usted.

  • Resista el impulso de dar sermones. Si puede lograrlo, su hijo no necesitará alejarse de usted para ser él mismo.

  • Recuerde que los adolescentes pueden ser emotivos. Esto es especialmente cierto para los niños con TDAH. Averigüe qué lo está molestando y causa que sea desconsiderado. Al decir algo como: “Sé que estás enojado, pero no sueles ser irrespetuoso conmigo”, usted puede propiciar el inicio de una conversación.

Su hijo no habla con nadie y pasa todo el tiempo en su habitación con la puerta cerrada. Su adolescente se ha alejado de sus amigos, ha perdido el interés en actividades que le causaban placer y se ha aislado cada vez más.

Este tipo de comportamiento es motivo de gran preocupación y no es parte del desarrollo normal de los adolescentes. Necesita averiguar si su hijo ha sufrido algún tipo de trauma, como acoso o violación, o si está abusando de las drogas o el alcohol. Este comportamiento también podría indicar el inicio de un problema de salud mental grave como depresión, esquizofrenia o trastorno bipolar, los cuales se vuelven más comunes al final de la adolescencia y durante los primeros años de la edad adulta.

Es peligroso si su adolescente se está alejando de todas las personas que conoce. Retirarse a un mundo virtual, por ejemplo, no es un sustituto aceptable de hablar con personas en la vida real. Las relaciones en línea se pueden volver muy intensas rápidamente, y es difícil saber si los amigos de su hijo en Internet son una buena influencia, o incluso si son quienes dicen ser.

Qué hacer:

  • Si su hijo parece hostil y enojado, dele la oportunidad de que le diga lo que él cree que usted ha hecho algo mal.

  • La privacidad es aceptable solamente hasta cierto punto. Los padres tienen derecho a saber lo que su hijo está haciendo en su habitación, especialmente si pasa horas allí a solas.

  • Insista en obtener más información. No es inusual que a preguntas como: “¿Adónde vas?”, los adolescentes respondan: “Afuera”. Y cuando se les pregunta: “¿Cuándo volverás?”, la respuesta sea: “Más tarde”. Manténgase firme y dígale a su hijo que necesita más detalles.

  • En los casos en que su hijo se niegue a comunicarse, podría ser recomendable revisar sus redes sociales.

  • Busque ayuda profesional de un médico calificado. Empiece por llamar al pediatra de su hijo y descríbale detalladamente su comportamiento.

¿Sospecha que su adolescente podría estar teniendo pensamientos suicidas?

Incluso si solamente tiene la sospecha de que este podría ser el caso, es necesario que aborde el tema de inmediato. Pero con calma. “Es importante que hable de sus preocupaciones de una manera tranquila y no acusatoria”, dice la Dra. Nadine Kaslow, psicóloga y experta en suicidio en jóvenes. “Cuando los padres están muy preocupados, a veces terminan diciendo ‘no pienses de esa manera’ o ‘no deberías sentirte así’. En lugar de transmitir amor y protección como intentaban, el adolescente puede sentirlo como una crítica y responder negativamente”.

Kaslow también recomienda:

  • Cuando su hijo esté pasando por un momento difícil, hágale saber una y otra vez que usted lo ama.

  • Valide sus sentimientos diciéndole cosas que muestren empatía, como: “Parece que eso fue muy difícil” o “sé lo doloroso que puede ser”.

  • Convenza a su hijo de obtener ayuda profesional y explíquele que buscar ayuda no es señal de debilidad.

En lo que se refiere al trato silencioso, recuerde que no es acerca de usted. Tiene que elegir sus luchas y darle a su adolescente espacio para crecer. Pero la prioridad siempre tiene que ser la salud y el bienestar de su hijo. Eso significa mantener la comunicación, incluso cuando los adolescentes no lo hagan fácil ni divertido.

Conozca las señales de depresión y ansiedad en niños. Si tiene inquietudes sobre el suicidio, obtenga más información sobre qué hacer visitando el sitio de nuestro socio fundador Child Mind Institute.