¿Existe una gradación del TDAH?

P. He escuchado a personas decir que tienen un TDAH leve o severo. ¿Existe una gradación del TDAH?

R. Esta es una pregunta excelente, y la respuesta corta es “sí”. Los síntomas del TDAH existen dentro de un continuo. Pero la respuesta larga es un poco más complicada. Existen dos factores importantes a considerar: el tipo de síntomas que tiene una persona y qué tan intensos son.

Las principales señales del TDAH son la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Algunas personas tienen problemas en estas tres áreas. Algunos tienen problemas principalmente con la falta de atención. Otros sobre todo con la impulsividad y la hiperactividad.

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Las personas suelen pensar en el TDAH como si fuera solamente una cosa. Para algunos podría significar el estereotipo de un niño hiperactivo que no se puede quedar quieto. Para otros el amigo que parece que nunca presta atención.

Pero no hay dos personas con TDAH que sean exactamente iguales. El tipo y la severidad de sus síntomas pueden variar. Por ejemplo, una persona con hiperactividad podría retorcerse estando sentada. Otra podría levantarse y caminar por la habitación, tocando todo lo que ve. Entonces, usted podría pensar que la primera persona tiene un TDAH “leve” y que la otra tiene un TDAH “severo”.

Es por esto que diagnosticar el TDAH puede ser complicado. El TDAH no es algo que sea todo o nada. Y en ocasiones, lo que parece TDAH podría no indicar ningún problema.

Todas las personas tienen momentos de olvido, de dificultad para esperar su turno o de distracción. Sin embargo, eso no significa que tengan TDAH.

Las personas con TDAH no tienen este comportamiento algunas veces. Lo tienen constantemente. Además, para recibir un diagnóstico de TDAH su comportamiento tiene que ser lo suficientemente severo como para afectar su desempeño en la casa, la escuela o el trabajo. Es por eso que digo que existe una gradación del TDAH.

Un buen evaluador estará pensando en la gama de síntomas que definen al TDAH. El desafío es diferenciar el comportamiento típico de los problemas que pueden tener un impacto ligero o mayor.

Eso también puede ayudar a determinar qué tipo de tratamiento para el TDAH podría necesitar una persona. Aquellas personas cuyos síntomas se sitúan en el lado más severo de la gradación, podrían recibir varios tratamientos. Esto podría incluir medicación para el TDAH y estrategias conductuales. Las personas con síntomas más leves puede que reciban solamente estrategias de conductuales.

Imagine a un estudiante de quinto grado con síntomas severos de TDAH. Tiene una gran dificultad para prestar atención en clase. Con frecuencia no está sentado en su asiento, responde las preguntas sin pensar y se distrae con el más mínimo ruido. Todo esto le dificulta hacer casi cualquier cosa en el aula.

Por esa razón, su médico le ha recetado medicación para el TDAH. La escuela le ha proporcionado servicios y apoyos a través de un . Recibe adaptaciones en el salón de clases y un especialista lo ayuda a mejorar sus habilidades de la .

Ahora imagine a una joven adulta que tiene dificultad para mantenerse organizada y completar su trabajo a tiempo. Sus síntomas de inatención son lo suficientemente significativos como para causarle problemas en el trabajo. Pero por otro lado son tan leves que no fue diagnosticada con TDAH sino hasta después de que cumplió veinte años.

Ella trabaja con un entrenador organizativo para desarrollar sus habilidades. Habló con su médico sobre el tratamiento con medicación. Pero decidió que sus síntomas eran lo suficientemente leves y que las estrategias conductuales serían suficientes para manejarlos.

Estudios de genética recientes han investigado la capacidad de atención en la población en general. Los resultados indican que existe una gradación natural del funcionamiento y que el TDAH se encuentra en uno de los extremos.

Es posible que en el futuro el análisis genético nos ayude a predecir quién tendrá un alto riesgo de TDAH. Por ahora, el diagnóstico sigue dependiendo de la severidad de los síntomas. Los evaluadores utilizan su juicio clínico para realizar esa determinación. Y los profesionales establecen dónde se sitúan los síntomas dentro del rango de variación para determinar cómo ayudar mejor a la persona con TDAH.