La comunicación entre maestros y familias negras

Antes de que los niños pongan un pie en la escuela, ya han aprendido mucho de sus padres y sus familias quienes han sido sus primeros maestros. Sin embargo, el rol de los padres en el aprendizaje de sus hijos no acaba una vez que comienza la escuela. Tampoco se limita a lo que sucede en la casa. 

Usted es un factor esencial en la educación de su hijo y en cómo van las cosas en la escuela. Abogar por su hijo comienza por tener una buena comunicación con los maestros. Esto es especialmente importante si su hijo tiene diferencias en la manera de pensar y aprender como la dislexia y el TDAH. No obstante, estas conversaciones no siempre son fáciles si usted es negro o hispano.

Por haber sido educadora, sé lo incómodo que puede ser para las familias negras e hispanas comunicarse con los maestros y la escuela. Estas son algunas razones comunes por las que sucede.

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1. Experiencias personales negativas en la escuela

La comunicación con el maestro de su hijo podría verse afectada si usted tuvo malas experiencias cuando era estudiante. Si usted o su familia fueron criticados, menospreciados o ignorados cuando usted era un estudiante, es comprensible que ahora le preocupe tener la misma experiencia. 

Es importante tener en cuenta que hay maestros que saben que algunas familias han tenido esa experiencia. Ellos están preparados para apoyarlo a medida que usted procesa las emociones que pudieran surgir al recordar su trauma con la escuela. También conocen el efecto del racismo institucional en las escuelas y la sociedad. 

2. Mensajes negativos sobre las familias

Cuando me convertí en maestra, y después cuando trabajé en la formación de maestros, me di cuenta de que lamentablemente algunos educadores tienen actitudes negativas hacia las familias de sus estudiantes. Escuché con frecuencia comentarios como: 

  • "Los padres no tienen la educación suficiente para ayudar a sus hijos con las tareas".

  • "Los padres están demasiado ocupados para ayudar a sus hijos con las tareas".

  • "Los padres no vienen a las conferencias u otros eventos escolares porque no les interesa la educación de sus hijos".

Es cierto que algunos maestros piensan de esa manera. Pero hay muchos educadores que luchan contra estos prejuicios negativos y a quienes les entusiasma la idea de colaborar con usted en el proceso de aprendizaje de su hijo. 

3. Preocupación por cómo perciben los maestros a las familias 

Es posible que usted recién esté descubriendo los desafíos de su hijo y los apoyos disponibles en la escuela. Y por ser nuevo en este proceso podría sentirse atemorizado de hablar con el maestro de su hijo. 

Hay muchos términos que aprender. También hay mucho que tener en cuenta para asegurarse de que su hijo obtenga el mejor apoyo posible. 

Tal vez sea difícil evitar preocuparse de que los maestros lo juzguen por lo que quizás aún no sepa sobre cómo abogar por su hijo. Pero en mi experiencia, hay muchos educadores que están preparados para colaborar con usted en cualquier etapa del proceso en la que se encuentre. 

También es posible que a medida que usted vaya aprendiendo más, pueda explicar cosas que el maestro no conoce o no entiende. Además, usted puede proporcionar información valiosa sobre cómo aprende su hijo y el tipo de persona que es.

Al igual que muchos padres, usted tiene mucho que ofrecer como primer maestro de su hijo. Su opinión es necesaria en la escuela, el aula, y como integrante de la asociación de padres y maestros y el consejo escolar. Tenga presente que usted es un aliado esencial en la experiencia escolar de su hijo. Su voz es poderosa, y sus experiencias y opiniones son importantes. 


Revise estrategias para que padres y maestros se aseguren de que las familias hispanas sean escuchadas en la escuela. Obtenga recomendaciones sobre cómo iniciar una conversación con el maestro sobre diferentes temas.

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