Maneras de ayudar a su hijo de escuela media a socializar
Hacer amigos en la escuela media puede ser difícil para los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Conozca maneras de ayudar a los preadolescentes a comunicarse con otros niños.
Hacer amigos en la escuela media puede ser estresante y complicado. Y puede ser un desafío aún mayor si su hijo tiene dificultad con las habilidades sociales. Estas son algunas maneras de ayudar a su hijo a comunicarse con otros niños.
1. Revisar las reglas y señales sociales
Algunos estudiantes de escuela media que piensan y aprenden de manera diferente tienen más dificultad con las habilidades sociales que otros preadolescentes. Hable con su hijo sobre las señales sociales, así como sobre las reglas sociales, pero no lo haga únicamente después de que haya ocurrido una situación social embarazosa. Cuando las cosas estén tranquilas y vayan bien, hable también sobre las habilidades sociales básicas.
También puede ser efectivo hacer notar de manera discreta las señales sociales cuando vea que otros las utilizan (o no las ponen en práctica). Por ejemplo, “¿viste cómo el Sr. Pérez retrocedió cuando Javier le habló? Eso es porque Javier se le acercó demasiado”.
2. Recordarle que existen diferentes tipos de amigos
No todos pueden ser amigos en todas las circunstancias, y eso está bien. Hable sobre esto con su preadolescente. Por ejemplo, algunos niños no son buenos para mantener un secreto, pero son muy divertidos. Con algunos es fácil hablar sobre los sentimientos pero no comparten los mismos intereses. Con algunos es agradable trabajar en proyectos pero no tan agradable pasar el rato con ellos.
Hágale saber a su hijo que el hecho de que alguien no tenga el potencial de ser un “mejor amigo”, no significa que no pueda ser un amigo. Solo significa que existen limitaciones respecto a esa amistad en particular.
3. Entender lo que su hijo quiere y necesita
Algunos niños no necesitan tener un montón de amigos. Lidiar con el drama de una multitud de amigos a veces puede ser demasiado. Hable con su hijo. Pregúntele: “¿Qué es lo que buscas de una amistad nueva? ¿Qué tipo de cosas te imaginas haciendo con un amigo?”.
Tenga en cuenta que las necesidades de amistad de su hijo puede que no coincidan con las suyas. Y además, puede que cambien con el tiempo. Por lo tanto, siga conversando con él al respecto.
4. Continuar hablando sobre qué es lo importante de un amigo
Investigue qué piensa su preadolescente acerca de qué es ser un buen amigo. Eso puede ayudarlo a entender cómo ve la amistad. Intente escucharlo y no proyectar sus propias ideas. Haga preguntas abiertas como “¿qué es ser un buen amigo? ¿Por qué?”.
También es útil averiguar lo que su hijo puede ofrecer como amigo. Pídale que reflexione sobre qué cualidades posee que lo hacen un buen amigo.
5. Ayudar a su hijo a reconocer posibles amigos
Puede que su hijo no reconozca quién podría ser un amigo. Pregúntele con quién le gusta pasar el tiempo, tanto en la escuela como fuera de ella. Señale las personas de las que habla de manera positiva.
En ocasiones los niños se proponen ser amigos de niños que tienen valores diferentes. Guíe a su hijo al ayudarlo a expresar aquellos valores que no está dispuesto a negociar. Pregunte cosas como: “¿Quieres un amigo confiable que sea puntual? ¿La honestidad es muy importante para ti, o contar con un amigo en quien puedas confiar?”.
6. Considerar formas nuevas de iniciar amistades
Unirse a actividades extraescolares es una buena manera de que los preadolescentes conozcan niños con intereses en común. Una vez que su hijo se sienta en confianza con los niños en ese grupo, puede que su hijo quiera reunirse con ellos de manera individual.
Ayude a su hijo a pensar en cosas que podría decir, como: “Actúas muy bien en el club de teatro. Salgamos un día y quizás puedas enseñarme”. Su hijo también podría invitar a un amigo a asistir a alguna actividad. “¿Asistirás a la colecta de alimentos el sábado? ¿Quieres que pasemos por ti?”
7. Hablar de comportamientos que pueden dañar una amistad
Los niños que piensan y aprenden de manera diferente, podrían desgastar una amistad porque están ansiosos de que funcione. Los niños con pueden agobiar a sus amigos hablando sin parar o interrumpiendo.
Sea franco con su hijo sobre lo que necesita saber para evitar dañar una amistad. Por ejemplo, los amigos necesitan espacio y no pueden estar juntos todo el tiempo. Tal vez tengan otros amigos a los que quieren ver de vez en cuando. Ambos necesitan tener la oportunidad de conversar sobre sus sentimientos y sobre lo que es importante para cada uno. Además, los amigos pueden no estar de acuerdo sin herirse el uno al otro.
8. Mantener los ojos y los oídos abiertos
A esta edad, puede ser complicado brindar a los niños la ayuda que necesitan para hacer amigos. Ofrézcase como voluntario para trasladarlos en su auto o ser anfitrión de un grupo pequeño de amigos para que disfruten un maratón de películas. O sea voluntario en la escuela para saber qué ocurre en ese ambiente. Tendrá la oportunidad de observar y poner atención no solo a sus palabras, sino también a sus emociones.
Hágale saber a su hijo que puede hablar con usted, y que usted lo escuchará sin criticarlo. Esta manera indirecta de ser un interlocutor ayuda a mantener abierta la comunicación.