5 maneras en que las personas subestiman a mi hijo debido a sus habilidades motoras y dificultades para hablar

Me encantan las historias de personas desfavorecidas. No me canso de leer el popular cuento infantil La pequeña locomotora que sí pudo. Sin embargo, mi hijo no es desvalido.

Es cierto que tiene un IEP y que recibe servicios escolares para trabajar con sus habilidades motoras finas, sensoriales y dificultades del habla. Pero él es muy capaz, atlético e inteligente, aun cuando la gente no lo perciba de inmediato.

En ocasiones, las personas que no conocen a mi hijo hacen suposiciones poco favorecedoras acerca de él basadas en sus dificultades. Ven a un niño de 7 años que tiene problemas para vestirse y piensan que no puede hacer nada. Lo ven agitar sus brazos y brincar cuando se emociona o cuando tiene problemas para hablar y asumen lo peor.

El año pasado, una mamá me detuvo después de un partido de baloncesto de kínder en el que mi hijo había jugado. Me miró como si hubiera visto a un fantasma.

“No puedo creer que sea él”, me dijo señalando a mi hijo que seguía en la cancha. “Generalmente él es tan ... diferente”.

Asentí educadamente. Él jugó muy bien, es un gran atleta.

“Nunca pensé que él pudiera jugar así”, dijo la mamá. “¡Es increíble!”.

Resistí la urgencia de ponerla en su lugar y preguntarle exactamente de dónde venía tanta sorpresa. En el fondo de mí, odio cuando las personas subestiman a mi hijo. Y estas son algunas cosas que deseo que las personas sepan acerca de él:

1. Las dificultades motoras finas de mi hijo no causan que sea descoordinado

   Las habilidades motoras finas, las cuales son clave para vestirse, atarse los zapatos o escribir de forma legible con un lápiz, no son lo mismo que las habilidades motoras gruesas, las cuales generalmente relacionamos con la condición física. No es una contradicción que mi hijo tenga problemas de motricidad fina pero que se destaque en los deportes. Las dos cosas no siempre están relacionadas.

2. Sus dificultades para hablar no significan que sea lento

   Cuando mi hijo tenía 2 años solo decía una o dos palabras. Por ejemplo, lo ayudábamos diciéndole, “en sus marcas, listos…” antes de que él dijera “fuera”.

   Mi padre me dijo que no era un problema mayor. “No todos van a ser inteligentes”, dijo. “Nuestra familia también necesita deportistas”.

   Pero siempre supe que mi hijo era inteligente. Solo que en ocasiones carece de las herramientas para comunicar lo que sabe. Incluso, hoy en día que ha mejorado mucho al hablar, todavía tiende a ser callado. Sí pone atención y realmente piensa acerca de lo que dice, es claro que es inteligente.

   Además es muy chistoso. Una vez tuve que llevarlo a que le tomaran una muestra de sangre y la enfermera le preguntó, “¿qué brazo quieres que use, pequeño?”.

   Él sonrió con picardía y dijo: “el brazo de papá”.

3. Su inquietud no significa que tenga dificultades de atención

   Mi hijo brinca, se agita y se menea mucho. Pero a pesar de ello, se concentra y capta todo.

   El pasado mes de mayo, lo llevé a su primer juego de béisbol de los Mets y desde el primer lanzamiento hasta el out final, estuvo enfocado en la acción. Todavía puede contarme todos los suplentes que los Mets usaron ese día. De igual manera, sus maestros me dicen que él siempre presta atención en clase, aun cuando se esté moviendo en su silla.

4. Solo porque sea callado, no significa que carezca de habilidades sociales

   Mi hijo puede ser muy callado y parecer introvertido. Pero en realidad es muy social, cuando decide serlo.

   Cuando era un infante, solía observarlo viendo a los ojos de una persona situada al otro extremo de la habitación y sonreírle coquetamente hasta que la persona también le sonreía. Ahora es muy educado, dice por favor y gracias.

   Tiene muchas citas de juegos (aunque ocasionalmente abandona al otro niño para ponerse a leer). Y en la escuela, su gráfico de buen comportamiento sube por ser amable con los otros estudiantes. Puede que sea introvertido, pero también yo lo soy.

5. Solo porque sea diferente no significa que está en desventaja

   Mi mayor temor es que algún día mi hijo escuche lo que alguna persona diga acerca de él y lo crea. Temo que empiece a pensar que es inferior o defectuoso.

   Hasta ahora, eso no ha ocurrido. Afortunadamente sus maestros y la escuela han sido maravillosos. Lo tratan de la misma forma que a los demás. Lo conocen y creen que él puede sertan exitoso como cualquier otro niño, a pesar de sus problemas particulares. Y también nosotros lo creemos.

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