El propósito de la respuesta a la intervención es identificar a los niños que están teniendo dificultades en la escuela.
Utiliza la enseñanza dirigida para ayudarlos a ponerse al día.
Una parte importante de la respuesta a la intervención es medir el progreso y brindar más apoyo a los niños que lo necesitan.
Si observa un aula de educación general, es probable que vea a diferentes estudiantes teniendo dificultades por diferentes razones. Puede ser difícil para un maestro saber de inmediato qué estudiantes tienen dificultades o por qué.
La respuesta a la intervención (RTI, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo identificar a los estudiantes con dificultades desde prontamente y brindarles el apoyo que necesitan para prosperar en la escuela. La palabra "intervención" es clave para comprender de qué se trata la respuesta a la intervención. El objetivo es que la escuela intervenga y comience a ayudar antes de que un estudiante se atrase demasiado.
Los maestros pueden proporcionar enseñanza específica, llamadas intervenciones, para ayudar a los estudiantes con dificultades a ponerse al día. Una gran parte del proceso de la respuesta a la intervención implica supervisar de cerca el progreso de los estudiantes. De esa manera, la escuela puede saber qué estudiantes necesitan más apoyo académico.
La respuesta a la intervención no es un programa específico o un tipo de enseñanza. Es un enfoque proactivo que mide las habilidades de los estudiantes y usa esos datos para decidir qué intervenciones usar.
Profundice
El proceso de la respuesta a la intervención comienza con un maestro que evalúa las habilidades de cada estudiante en la clase. Esto ayuda al equipo de la respuesta a la intervención de la escuela a determinar qué estudiantes necesitan intervenciones educativas. Ese es el término para centrarse en habilidades específicas y tratar de mejorarlas.
Las intervenciones pueden ser parte de la enseñanza de toda la clase. El maestro puede dividir a los estudiantes en grupos pequeños. Estos grupos están configurados según el nivel de habilidad o los intereses de aprendizaje.
Los estudiantes que no progresan lo suficiente al recibir este tipo de ayuda durante la clase pueden comenzar a trabajar en sus habilidades en grupos pequeños que se reúnen durante actividades de enriquecimiento como la música o el arte.
Como parte del proceso de la respuesta a la intervención, las escuelas ayudan a los estudiantes con dificultades mediante el uso de intervenciones de enseñanza que los investigadores han demostrado que son efectivas. Muchas de ellas son para lectura. También hay métodos que son eficaces para mejorar las habilidades de escritura y matemáticas. Algunas escuelas también usan intervenciones conductuales basadas en investigaciones.
Otro componente esencial de la respuesta a la intervención se llama supervisión de progreso. Eso significa que los maestros evalúan con frecuencia las habilidades de los estudiantes para decidir si una intervención está funcionando.
Durante una intervención, un maestro u otro miembro del equipo de la respuesta a la intervención usa una herramienta de evaluación que mide ciertas habilidades. Evalúan las habilidades cada semana o cada dos semanas. Eso puede parecer muchas pruebas. Pero cada evaluación solo toma unos minutos en completarse.
Obtenga más información sobre la supervisión del progreso.
No existe una sola forma de implementar la respuesta a la intervención, pero a menudo se establece un sistema de apoyo de tres niveles. Algunos distritos escolares lo llaman sistema de apoyo de varios niveles (MTSS, por sus siglas en inglés) en lugar de respuesta a la intervención.
Piense en este sistema de niveles como una pirámide, con el apoyo aumentando de intensidad de un nivel al siguiente:
Nivel 1: Toda la clase
Nivel 2: Intervenciones en grupos pequeños
Nivel 3: Intervenciones intensivas
Obtenga información más detallada sobre los tres niveles de apoyo.
La respuesta a la intervención no es un programa de educación especial. Pero puede ayudar a los maestros de educación general a detectar señales tempranas de que los niños tienen dificultades. También juega un papel clave en ayudar a las escuelas a determinar quién califica para educación especial.
La ley federal dice que al decidir si un estudiante califica para recibir educación especial, el distrito escolar puede usar un "proceso que determina si el niño responde a intervenciones probadas científicamente". Esa es una de las razones por las que muchos estados usan la respuesta a la intervención.
Si un estudiante califica para educación especial, las intervenciones de la respuesta a la intervención que hayan sido utilizadas pueden ayudar a la escuela a decidir qué servicios y apoyos incluir en el .
Hay otras cosas importantes a tener en cuenta sobre la relación entre la respuesta a la intervención y la educación especial:
La respuesta a la intervención no se puede utilizar para reducir la carga de trabajo de un estudiante. Ese tipo de modificación puede usarse para algunos estudiantes de educación especial, pero no para estudiantes de educación general.
Si un estudiante recibe ayuda adicional a través de la respuesta a la intervención, no significa que la familia tenga que esperar para solicitar una evaluación de educación especial. Tiene derecho a solicitarla en cualquier momento.
Como parte de la evaluación, la escuela puede recopilar información del proceso de la respuesta a la intervención, como datos de evaluación y supervisión del progreso. Pero debe completar una evaluación inicial dentro del lapso de tiempo legalmente estipulado: 60 días posteriores a la obtención del consentimiento de los padres.
Infórmese sobre la evaluación para educación especial.
La respuesta a la intervención es efectiva por muchas razones. Por un lado, puede ayudar a que más niños prosperen en las aulas de educación general.
También puede ayudar a las escuelas a ahorrar recursos de educación especial para usarlos en los niños que realmente los necesitan. Muchos estudiantes que se desempeñan por debajo del nivel de grado no tienen discapacidades. A través de la respuesta a la intervención, pueden progresar sin servicios de educación especial.
Estas son algunas otras razones por las que la la respuesta a la intervención es beneficiosa:
Los estudiantes continúan recibiendo la enseñanza básica en el aula de educación general con sus compañeros.
No es un enfoque de "esperar y ver". Los estudiantes pueden comenzar a recibir ayuda adicional antes de atrasarse tanto que tengan que ir a la escuela de verano o repetir un grado.
Si se remite a un estudiante a servicios de educación especial, ya existe documentación sobre qué tipo de instrucción no ha sido útil.
Si una escuela no usa la respuesta a la intervención, las familias pueden solicitar ayuda adicional. Pero es posible que no se proporcione de manera tan amplia o sistemática como lo haría una escuela que usa la respuesta a la intervención.
Las escuelas no están obligadas a dar a las familias un plan de intervención por escrito. Todo lo que la escuela necesita decirles a las familias sobre la respuesta a la intervención es:
Que su hijo está recibiendo apoyo adicional.
Que tienen derecho a solicitar una evaluación para servicios de educación especial en cualquier momento.
Sin embargo, muchas escuelas proporcionan mucha más información. Saben que la participación de los padres juega un papel importante para ayudar a los niños a prosperar en la escuela. De hecho, algunas escuelas proporcionan a los padres un plan de intervención por escrito.
Si la escuela no proporciona un plan por escrito, las familias pueden solicitarlo. Este plan podría incluir:
Una descripción de las habilidades con las que el niño tiene dificultades y documentación sobre estos desafíos, como resultados de evaluaciones o muestras de trabajo escolar.
Una descripción de la intervención basada en la investigación que el niño está recibiendo.
Detalles sobre la frecuencia con la que se proporcionará la intervención y durante cuánto tiempo, cuántos minutos por día y durante cuántas semanas.
Detalles sobre quién proporcionará la intervención y en qué salón de clases.
Los criterios para determinar si la intervención es beneficiosa.
Una descripción de cómo funciona el seguimiento del progreso y con qué frecuencia se medirá el progreso.
Solicitar un plan de intervención por escrito puede ayudarlo a desempeñar un papel activo en la respuesta a la intervención. Pero hay otras maneras en que puede participar en el proceso:
Recuerde que la respuesta a la intervención es un proceso fluido. En cualquier momento durante el año escolar, puede hablar con el maestro y averiguar qué intervenciones están disponibles para ayudar a su hijo.
Pida más información a la escuela sobre la intervención que está recibiendo su hijo, como qué estudios demuestran que es eficaz.
Pida que la escuela le proporcione una copia del seguimiento del progreso de su hijo después de cada evaluación.
Dele tiempo a la intervención para saber si está funcionando. La escuela necesita datos para poder saberlo. Espere al menos unas semanas antes de preguntar a la escuela si es hora de probar algo diferente.
Pregunte en la escuela cómo puede ayudar a su hijo en la casa.
Si cree que las habilidades de su hijo no están mejorando, tal vez desee solicitar una evaluación para educación especial. Recuerda que puede realizar esa solicitud en cualquier momento.
Use esta lista de preguntas para aprender sobre el proceso de la respuesta a la intervención de su escuela.