Los niños son inquietos por una razón. Lo hacen porque los ayuda a tranquilizarse. A menos que se estén lastimando ellos mismos o a otro niño, déjelos que lo sigan haciendo todo el tiempo que necesiten moverse.
Consejo práctico 2
Encuentre un sustituto si es perjudicial.
Encuentre un sustituto si es perjudicial.
A veces la manera que expresan su inquietud es perjudicial, como cuando se muerden las uñas. Busque un comportamiento que siga ayudando a los niños a liberar su nerviosismo pero que no los lastime.
Consejo práctico 3
Pruebe un objeto antiestrés.
Pruebe un objeto antiestrés.
A veces los niños necesitan un objeto antiestrés para dejar de moverse. Artículos como una pelota para apretar, plastilina, bandas elásticas o incluso una goma de mascar pueden proporcionar el movimiento y la sensación que los niños necesitan, sin molestar a los demás.
Consejo práctico 4
Permita descansos mentales.
Permita descansos mentales.
Los niños que son inquietos puede que necesiten una vía de escape para liberar el exceso de energía. Haga que tomen descansos breves de lo que están haciendo para moverse. Esto puede reducir el estrés y la frustración y mejorar la concentración cuando regresen a lo que estaban haciendo.
Cuando los niños se mueven constantemente y están retorciéndose, golpeteando y tocando cosas, tal vez usted se pregunte por qué es tan difícil para ellos estar calmados y no moverse todo el tiempo.
Moverse nerviosamente es una manera de lidiar con la sensación de inquietud o aburrimiento. Los niños que se mueven mucho generalmente no lo hacen a propósito. Moverse así puede ayudarlos a mantenerse enfocados cuando no están interesados en algo, como durante una clase o reunión larga. O puede ayudar a los niños a manejar otras distracciones, de tal manera que puedan concentrarse en algo que les interesa.
Hay muchas razones por las que los niños se mueven mucho. A veces es por aburrimiento. Pero las causas comunes incluyen ansiedad, estrés, hiperactividad y problemas de atención. Los niños con TDAH a menudo se mueven nerviosamente.
No hay muchos estudios acerca de los movimientos nerviosos. Sin embargo, un pequeño estudio sugiere que es la manera en que el cuerpo humano intenta mantener la concentración. Otro estudio sugiere que simplemente es señal de una mente errante.
Moverse constantemente no significa necesariamente que haya un problema. Pero puede crear problemas si molesta a otras personas.
Profundice
La inquietud en los niños incluye movimientos pequeños, no grandes. Estos son algunos de los comportamientos que usted podría observar:
Rebotar las piernas al estar sentado.
Golpetear el piso con los pies.
Hacer clic en los bolígrafos.
Sacudir llaves y monedas.
Juguetear con objetos pequeños.
Juguetear con el cabello o los dedos.
Juguetear con joyas.
Parpadear mucho.
No es lo mismo que tener la necesidad de pararse y caminar un poco, aunque es posible que algunos niños que se mueven nerviosamente también necesiten desplazarse. Conozca más acerca de por qué los niños pueden tener problemas para permanecer sentados .
Existen muchas herramientas simples y económicas que pueden ayudar con los movimientos nerviosos. Revise diferentes tipos de objetos antiestrés o fidgets. Usted puede incluso descargar y completar un contrato para objetos antiestrés para establecer las expectativas y dar a los niños instrucciones para su uso.
Lo primero que usted puede hacer para ayudar es averiguar por qué un niño se mueve tanto. Si es TDAH lo que está causando la necesidad constante de moverse, entonces se puede tratar el TDAH. Si es ansiedad, podría se útil encontrar maneras de reducir la ansiedad. Esté atento a otras señales de TDAH y ansiedad.
Las familias y los maestros deberían mantenerse en contacto y hablar acerca de lo que están observando. ¿Cuándo se inquietan los niños? ¿Cómo luce la inquietud? Compartir esta información puede ayudarlo a ver patrones y encontrar soluciones.
Tenga en cuenta que moverse nerviosamente puede meter a los niños en problemas con los adultos. También puede conducir al acoso o bullying. Por eso es tan importante mostrar empatía cuando los niños están inquietos, en lugar de irritación. Hable con ellos abiertamente acerca de lo que usted está observando, y hágales saber que trabajarán juntos para encontrar maneras saludables de lidiar con los movimientos nerviosos.