¿Qué significa cuando su hijo está enojado? ¿Se siente frustrado? ¿O ansioso? Conozca cómo comprender lo que está detrás del enojo de su hijo lo puede ayudar a responder de la mejor manera posible.
La mayoría de los niños se enojan de vez en cuando. Es una reacción natural cuando enfrentan dificultades o situaciones injustas. También es natural que los padres no sepan qué hacer cuando esto sucede. Es posible que se sienta molesto y que al mismo tiempo quiera ayudar.
El enojo suele ser una señal de que los niños se sienten frustrados o están teniendo dificultad con cosas que están más allá de su control. No reaccionan de esa manera a propósito. Lo que sucede es que aún no tienen las habilidades necesarias para identificar y manejar emociones intensas.
Dos emociones comunes que pueden causar enojo son la ansiedad y la frustración. La clave para ayudar es averiguar cuál es la causa de esos sentimientos. ¿Es porque le cuesta aprender una tarea o destreza? ¿O porque se tarda más que otros niños en realizar cosas?
Comprender qué causa el enojo de su hijo permite que usted responda de la mejor manera posible. Pero no siempre facilita lidiar con la situación. Tenga en cuenta que una vez que su hijo se haya tranquilizado, se podría sentir avergonzado por su comportamiento o creer que es “malo”.
Los problemas de ira pueden mejorar a medida que los niños aprenden a manejar sus emociones y expresar lo que sienten. Existen muchas maneras de ayudar a su hijo con la ira, tanto en la casa como en la escuela.
Profundice
La ansiedad y la frustración son emociones comunes. Pero a veces los niños no pueden expresarlas de otra manera que no sea a través del enojo.
Cuando los niños se sienten preocupados o estresados, puede que tengan dificultad para identificar qué es lo que los está molestando. Es posible que no tengan las palabras para describir esa mezcla de miedo y preocupación. En algunos casos, la ansiedad causa reacciones físicas en sus cuerpos que pueden parecerse mucho a la ira.
Los niños se frustran por toda clase de motivos. Puede que tengan problemas con los deberes escolares o con los amigos. Cuando esto sucede, se pueden sentir vulnerables o impotentes. En muchos niños esto se expresa como enojo.
Algunos niños tienen dificultad para manejar sus emociones, especialmente si tienen TDAH. A menudo sienten las emociones con más intensidad que otros niños. Además, se aferran a esos sentimientos durante más tiempo.
De igual forma, los niños con TDAH tienen dificultad con el autocontrol y para controlar su comportamiento. Las emociones intensas pueden conducir rápidamente a explosiones de ira.
Es difícil enseñar a los niños a controlar el enojo cuando están excitados. Pero cuando los ánimos se calman, estas son algunas cosas que usted puede hacer:
Decirles que está bien sentir lo que están sintiendo, pero aclararles que no está bien desquitarse con otras personas.
Establecer expectativas claras sobre el comportamiento. Use oraciones del tipo cuando-entonces como: “Cuando dejes de arrojar cosas, entonces podremos hablar de cómo te puedo ayudar”.
Use una gráfica o rueda de emociones para ayudarlos a nombrar sentimientos más complejos.
Hable sobre maneras más apropiadas de expresar el enojo, como hacer ejercicio o dibujar sus emociones.
Si su hijo se enoja con frecuencia, es importante entender el porqué. Observar su comportamiento y tomar notas puede ayudarlo a detectar patrones.
Comparta sus observaciones con el maestro de su hijo. Es importante que padres y maestros sepan lo que sucede en la escuela y en la casa, y que hablen de lo que podría ayudar con el enojo.
También podría hablar con el médico de su hijo para averiguar qué podría estar causando esas emociones intensas y las explosiones de ira.
Aprenda cómo detectar patrones en las manifestaciones de ira de su hijo.
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