Cómo explicar la pérdida del empleo a niños que piensan y aprenden diferente

Para muchos niños es difícil entender la pérdida del empleo. Es aún más difícil para los niños que tienen dificultad con ciertas habilidades. 

Los niños que tienen problemas con el lenguaje o con el procesamiento de información, pueden tener dificultad para asimilar y entender la noticia. También las dificultades con el pensamiento flexible y el manejo de emociones pueden ser obstáculos. 

La clave es hacerles saber a los niños lo que está pasando sin abrumarlos, según Ellen Braaten (PhD), directora de Learning and Emotional Assessment Program en Massachusetts General Hospital.

“Querrá responder sus preguntas a cabalidad, al mismo tiempo que les deja claro que usted está a cargo y es responsable de su bienestar”, dice.

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La manera de explicar que alguien perdió su trabajo (el vocabulario que usa y la manera de expresarlo) puede hacer una gran diferencia en la comprensión y manejo de la situación. Estas son algunas recomendaciones.

Sea claro y específico sobre la pérdida del empleo

Usted podría pensar que utilizar un lenguaje vago suavizará la noticia y será menos perturbador que decir directamente: "Hoy perdí mi trabajo". Sin embargo, puede causar confusión y desconfianza.

Decir cosas como: “De momento no me necesitan en el trabajo” puede funcionar bien con los niños en edad preescolar. No obstante, podría causar ansiedad en los niños mayores si piensan que usted está ocultando algo. 

Los niños que tienen dificultad con el lenguaje receptivo y toman los comentarios de manera literal puede que no capten el mensaje. Utilice un lenguaje claro y preciso para evitar confusiones. 

Usted podría decir: “La empresa donde trabajo cerrará, así que voy a buscar empleo en otra parte”. O también: “Tuvieron que hacer cambios en mi lugar de trabajo, y uno de ellos fue eliminar mi puesto. Tal vez me necesiten dentro de uno o dos meses, pero voy a buscar un nuevo empleo”.

Fomente las preguntas

Es muy posible que su hijo tenga preguntas. Pero los niños que tienen dificultad con el lenguaje expresivo o cuya velocidad de procesamiento es lenta puede que necesiten más tiempo para formularlas. Hágale saber a su hijo que usted está dispuesto a responder cualquier pregunta en el momento que sea. 

Antes de responderlas, asegúrese de que las comprende bien. Usted podría pensar que su hijo está preguntando una cosa, cuando en realidad es otra. 

Repita la pregunta con sus propias palabras. Podría decir: “¿Te preguntas qué pasará si no contamos con mi salario, cierto?". O quieres saber: ¿Qué pasa si no encuentro otro empleo? El plan es...”.

Sea honesto pero transmita confianza

La pérdida del empleo crea mucha incertidumbre en los niños. Los niños que piensan y aprenden de manera diferente suelen tener problemas de ansiedad, sobre todo los que tienen TDAH o una velocidad de procesamiento lenta. Es importante que su hijo confíe en que usted está siendo honesto, y que crea que todo va a estar bien.

Acompañe sus explicaciones de lo que está sucediendo con algo tranquilizador. Por ejemplo, puede decir cosas como: “No sé cuánto tardaré en encontrar otro trabajo, pero no tienes que preocuparte. Todo va estar bien”. 

Si la pérdida de su empleo afecta su capacidad de proveer comida o mantener su hogar, su hijo podría sentir miedo. Explíquele las cosas que usted está haciendo para que toda la familia esté bien. Háblele de lo que está pasando en este momento, no del futuro.

También explique a su hijo que hay personas e instituciones que pueden ayudarlos: parientes, amigos, maestros, iglesias y bancos de comida. Y que muchas familias están pasando por situaciones similares, que no son los únicos.

Reajuste las expectativas

A algunos niños les cuesta ver las cosas desde otra perspectiva. Tener problemas con el pensamiento flexible dificulta que se adapten a los cambios. Sea claro acerca del impacto que tendrá la pérdida del empleo en su vida diaria, de forma que su hijo pueda procesar la información y ajustarse a la nueva realidad. Procure no ser negativo.

Podría decir, por ejemplo: “De momento no podrás tomar clases de natación, pero encontraremos otra forma divertida de usar esa hora disponible cada semana”. O bien: “No irás a la actividades extraescolares hasta que encuentre otro trabajo. Regresarás a casa en el autobús escolar y yo te estaré esperando con la merienda”.

Hable de los sentimientos

A pesar de toda la información que tengan, es posible que los niños sigan enojados o asustados por la pérdida del empleo. Los niños que tienen dificultades con el manejo de las emociones pueden necesitar ayuda adicional para identificar y manejar sus sentimientos. Hágale saber a su hijo que lo ayudará hablar de ellos.

Usted podría decir: “Veo que estás enojado por no poder ir a clase de natación. Lo entiendo”. También usted puede compartir sus sentimientos, siempre y cuando se sienta calmado. “A veces yo también me enojo por tener que renunciar a algunas cosas. Pero sé que podremos tenerlas otra vez una vez que empiece a trabajar”.

Actúe para ayudar a lidiar con la situación

Cuando alguien de la familia pierde su empleo, los niños pueden sentirse vulnerables. Tome medidas para brindarle a su hijo una sensación de control. Explique la necesidad de ahorrar, por ejemplo, y las maneras en que su hijo puede ayudar o las cosas que pueden hacer para superar esto juntos. 

A lo mejor su hijo puede trabajar cuidando niños y usted no tendría que darle dinero cada semana. O pueden hacer un huerto familiar. Ayude a su hijo a ver diferentes maneras de resolver los problemas preguntándole: "¿Qué tipo de cosas podríamos reducir o cambiar en la familia?". 

Cuanto más comprendan los niños la situación de desempleo, mejor podrán aprovechar sus fortalezas y sobrellevar la situación. Descubra maneras de ayudar a su hijo a desarrollar la resiliencia. Descargue algunas actividades para desarrollar una mentalidad de crecimiento.