Cómo mi hijo con dislexia aprendió a abogar por sí mismo desde pequeño

Mi experiencia con mi hijo Elijah y su dislexia empezó en kínder. Su trayectoria abogando por sí mismo comenzó prontamente después de eso.

Casi al final del año escolar, su maestra de kínder me pidió que nos reuniéramos. Aunque Elijah (aparece con su hermana en la foto de arriba) era bastante hablador y comunicativo, ella me dijo que no estaba entendiendo el alfabeto ni tampoco estaba escribiendo palabras básicas.

Recuerdo haber sentido lágrimas en mis ojos y no saber la razón. Fue la primera vez que alguien había dicho que mi hijo Elijah de alguna manera no daba la talla. Lo tomé de manera muy personal.

La maestra sugirió que mantuviéramos a Elijah en kínder durante un año para que “se pusiera al día”. Pero debido a que a Elijah le estaba yendo bien, con excepción de la lectura y la escritura, decidimos que pasara a primer grado.

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Sin embargo, al poco tiempo de comenzar primer grado recibimos nuevamente una nota de una de las maestras de mi hijo solicitando que nos reuniéramos con ella.

Esa vez, decidí llevar a Elijah conmigo.

Cuando la maestra nos vio, parecía un poco preocupada de que Elijah estuviera ahí. Pero le expliqué la razón de haberlo traído: consideraba que era su educación y era necesario que participara. Pareció aceptarlo y después nos mostró un examen de ortografía que Elijah había realizado.

La hoja del examen estaba doblada a lo largo por la mitad. En un lado de la hoja había palabras impresas como “cat” (gato), “rat” (rata) y “bat” (murciélago) numeradas del 1 al 10.

Se suponía que Elijah tenía que escribir en el otro lado de la hoja los números del 1 al 10 y las palabras, lo cual había hecho. Pero lo había escrito en el orden contrario. En lugar de escribir “1. Rat”, había escrito “taR .1”. Además de haber escrito de derecha a izquierda, cada letra y el número “1” estaban escritos como si fuera la imagen en un espejo.

Su maestra dijo que la mayoría de los niños invierten el orden de las letras algunas veces. Pero la total inversión de Elijah era inusual y ella consideraba que debía ser evaluado para dificultades de aprendizaje.

Yo no estaba totalmente sorprendida. El padre de Elijah, Chip, tiene dislexia. Chip ha sido muy abierto sobre su experiencia con la dislexia. Así que no podía evitar pensar que quizás Elijah, como su padre, tenía dislexia.

Le comenté a la maestra sobre el papá de Elijah y ambas estuvimos de acuerdo que Elijah fuera evaluado.

Después de la reunión recuerdo haber caminado a casa con Elijah. Le expliqué lo que era la dislexia. También hablamos sobre su padre. Él escuchaba atentamente.

También recuerdo haber sentido ese día que había tomado la decisión correcta al incluir a nuestro hijo. Si Elijah era disléxico, esa sería su experiencia. Sería el camino que tendría que andar. Tendría qué aprender a hablar por él mismo desde pequeño a fin de recibir la ayuda y el soporte que necesitaba.

Fue entonces que me prometí a mí misma que a partir de ese día incluiría a Elijah en todas las reuniones relacionadas con su educación.

La evaluación de Elijah mostró que, en efecto, tenía dislexia. Elijah estuvo presente en todos los pasos del proceso. Incluso asistió a la reunión del equipo de evaluación.

Juntos empezamos a investigar más sobre la dislexia. Sacamos de la biblioteca pública libros para niños sobre gente famosa con dislexia.

En segundo grado, Elijah obtuvo su primer y asistió conmigo a su primera reunión del IEP. El IEP le proporcionó enseñanza adicional en lectura y escritura y eso realmente lo ayudó. También recibió y otros apoyos para la dislexia.

En los años siguientes, Elijah continuó asistiendo conmigo a las reuniones del IEP. Al principio, se quedaba sentado en silencio, escuchándolo todo. Pero durante la escuela media, empezó a ser más comunicativo sobre sus necesidades. No fue sencillo, pero fue mejorando cada vez más en lo que se refería a hablar de lo que necesitaba para progresar.

Actualmente Elijah está en su último año de bachillerato y se graduará entre los primeros de su clase. En otoño asistirá a la escuela de ingeniería en la Universidad de Cincinnati.

Recientemente, por su propia voluntad, Elijah llamó a la oficina de servicios para discapacitados de la Universidad de Cincinnati. Quería comunicarse con ellos antes de comenzar los estudios universitarios para averiguar cómo recibir apoyo en la universidad. Tuvo una buena conversación con el personal a cargo y ellos le pidieron que enviara una copia de su IEP para que pudieran conocer más sobre él.

Yo estaba maravillada sobre lo natural que era para Elijah llamar por teléfono a la oficina de servicios para discapacitados. Supongo que no debería haberme sorprendido. Él ha participado en su educación siendo su propio defensor (con nuestro apoyo) durante toda su carrera educativa.

Abogar por sus derechos y necesidades no es nuevo para él. Tan solo lo está aplicando en una nueva parte de su trayectoria.

¿Cómo puede ayudar a su hijo para que aprenda a abogar por sí mismo? Comiencen practicando cómo comenzar una conversación para abogar por sus derechos. También pueden trabajar juntos en una tarjeta 3x3 para mostrarla a los maestros de su hijo.

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