Diferencias entre el TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivo

El TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivo van de la mano en muchos sentidos. Esto se debe a que la mayoría de los síntomas del TDAH son problemas con funciones ejecutivas. (Podrá ver que las señales en ambas condiciones son muy similares). Aunque hay una gran diferencia entre las dos.

El TDAH es un diagnóstico oficial. Las dificultades del funcionamiento ejecutivo no lo son. Es un término que se refiere a deficiencias en el sistema de autogestión del cerebro.

Las dificultades del funcionamiento ejecutivo no representan un desafío únicamente para los niños con TDAH. Las personas pueden tener problemas con las funciones ejecutivas por muchos motivos, no solo por el TDAH. Muchos niños con diferencias del aprendizaje tienen dificultad con una o más de estas habilidades clave.

Esta tabla muestra muchas de las semejanzas y algunas de las diferencias entre el TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivo.

 TDAHDificultades del funcionamiento ejecutivo
Qué es

Una condición a nivel cerebral que dificulta que los niños se concentren, usen la memoria funcional, se organicen y se controlen a ellos mismos. También pueden ser impulsivos o hiperactivos. Todos estos son desafíos del funcionamiento ejecutivo.

Limitaciones en habilidades mentales claves que son responsables de la atención, la memoria, la organización y la administración del tiempo, así como del pensamiento flexible. Los niños con TDAH tienen problemas con estas habilidades. Pero lo mismo ocurre a niños sin TDAH.

Señales que podría observar
  • Tiene dificultad para poner atención.
  • Tiene dificultad con el autocontrol.
  • Tiene dificultad para controlar sus emociones.
  • Tiene dificultad para retener información en la memoria funcional.
  • Tiene problemas para pasar de una actividad a otra.
  • Tiene dificultad para comenzar tareas.
  • Tiene problemas para organizar su tiempo o materiales.
  • Tiene dificultad para dar seguimiento a lo que está haciendo.
  • Tiene dificultad para completar proyectos a largo plazo.
  • Tiene dificultad para pensar antes de actuar.
  • Se distrae fácilmente y suele ser olvidadizo.
  • Parece no escuchar cuando le hablan.
  • Tiene dificultad para esperar su turno.
  • Está inquieto excesivamente.
  • Actúa como si estuviera “impulsado por un motor”.
  • Interrumpe a los demás y habla en exceso.
  • Tiene dificultad para poner atención.
  • Tiene dificultad con el autocontrol.
  • Tiene dificultad para controlar sus emociones.
  • Tiene dificultad para retener información en la memoria funcional.
  • Tiene problemas para pasar con facilidad de una actividad a otra.
  • Tiene problemas para comenzar tareas.
  • Tiene problemas para organizar su tiempo o materiales.
  • Tiene dificultad para dar seguimiento a lo que está haciendo.
  • Tiene dificultad para completar proyectos a largo plazo.
  • Tiene problemas para pensar antes de actuar.
  • Se distrae fácilmente y suele ser olvidadizo.
  • Tiene dificultad para esperar su turno.
  • Le cuesta recordar lo que le piden que haga.

 

Posible impacto social y emocional

La impulsividad y los problemas para controlar las emociones pueden causar dificultad para hacer y mantener amigos. Los comentarios negativos frecuentes por portarse mal o por no poner atención pueden afectar su autoestima y motivación. Esto puede conducir a que el niño se sienta “mal” o crea “que no es bueno”.

Tener dificultad para recordar lo que le piden que haga puede causar problemas en las relaciones sociales. No pensar con flexibilidad puede dificultar ser flexible con los demás. Un autocontrol y una autosupervisión limitadas puede ocasionar problemas con los amigos.

Profesionales que pueden ayudar
  • Pediatras, neurólogos, pediatras del desarrollo y el comportamiento, enfermeros practicantes, psiquiatras: Diagnostican el TDAH y prescriben medicación. También pueden detectar otras dificultades, como la ansiedad. Los pediatras pueden referir a sus pacientes a psicólogos (o neuropsicólogos pediátricos) para recibir evaluaciones más completas.

  • Psicólogos clínicos infantiles: Diagnostican el TDAH y problemas de salud mental que podrían coexistir, como la ansiedad.También pueden evaluar las diferencias del aprendizaje, incluyendo los problemas con el funcionamiento ejecutivo. Proporcionan terapia del comportamiento para enseñar a los niños a manejar sus actos e interacciones. Ofrecen terapia cognitivo-conductual para ayudar con problemas emocionales relacionados con el TDAH.

  • Neuropsicólogos pediátricos: Evalúan diferencias del aprendizaje. Esto incluye pruebas que examinan el funcionamiento ejecutivo. También pueden realizar evaluaciones para el TDAH y problemas de salud mental comunes que pudieran coexistir.

  • Terapeutas educativos y entrenadores organizacionales: Trabajan con habilidades organizativas y para la administración del tiempo.

  • Pediatras, neurólogos, pediatras del desarrollo y el comportamiento, enfermeros practiacantes, psiquiatras: Refieren a los pacientes a especialistas que puedan detectar dificultades del funcionamiento ejecutivo y otras diferencias del aprendizaje. Pueden diagnosticar el TDAH y prescribir medicamentos para tratarlo (no existen medicamentos que sean únicamente para las dificultades del funcionamiento ejecutivo).También pueden evaluar la presencia de otros desafíos relacionados, como la ansiedad. 

  • Psicólogos clínicos infantiles: Pueden detectar dificultades del funcionamiento ejecutivo como parte de una evaluación completa para identificar diferencias del aprendizaje. Proporcionan terapia del comportamiento para enseñar a los niños a manejar sus actos e interacciones. Ofrecen terapia cognitivo-conductual para ayudar con desafíos emocionales. También pueden diagnosticar el TDAH y problemas de salud mental que pudieran coexistir, como la ansiedad.

  • Neuropsicólogos pediátricos: Detectan dificultades del funcionamiento ejecutivo como parte de una evaluación completa para identificar diferencias del aprendizaje. También pueden realizar evaluaciones para el TDAH y problemas de salud mental comunes que pudieran coexistir.

  • Terapeutas educativos y entrenadores organizacionales:Trabajan con habilidades organizativas y para la administración del tiempo.

Qué puede ofrecer la escuela

Adaptaciones a través de un plan 504 o un IEP. El niño podría ser elegible para un IEP bajo la categoría de “otro impedimento de salud”.

Ejemplos podrían incluir:

  • Tutoría o entrenamiento para enseñar habilidades de la función ejecutiva.

  • Ayuda con habilidades organizativas.
  • Tiempo adicional en los exámenes.
  • Asiento preferencial.
  • Oportunidades para que el estudiante repita y diga de otra manera la información importante.
  • Estructura adicional durante el día, con rutinas y transiciones predecibles.
  • Tareas que han sido divididas en partes más pequeñas.
  • Técnicas de enseñanza multisensorial.
  • Aumentar la estructura y las expectativas de las actividades de aprendizaje.

Adaptaciones a través de un plan 504 o un IEP. El niño podría ser elegible para un IEP si tiene una discapacidad del aprendizaje o TDAH.

Ejemplos podrían incluir:

  • Tutoría o entrenamiento para enseñar habilidades de la función ejecutiva.
  • Ayuda con habilidades organizativas.
  • Tiempo adicional en los exámenes para los niños cuyos problemas con la función ejecutiva hacen que tengan una velocidad de procesamiento más lenta.
  • Asiento preferencial.
  • Estrategias para habilidades académicas específicas. Estas podrían incluir estrategias para la comprensión lectora, el planteamiento de preguntas, hacer predicciones, resumir y organizar las ideas al escribir.
  • Reforzamiento positivo y estímulo para mejorar la confianza.
  • Enseñanza estructurada de habilidades académicas complejas. Múltiples oportunidades para la práctica y el reforzamiento
  • Un “mapa” para resolver varios problemas con ejemplos que detallen cada paso de manera explícita.
Qué pueden hacer las familias en casa
  • Crear rutinas diarias y rituales para proporcionar estructura.
  • Practicar habilidades de autorregulación.
  • Modelar el comportamiento social adecuado.
  • Establecer reglas y apegarse a ellas.
  • Dividir las tareas en partes más pequeñas.
  • Permitir descansos frecuentes.
  • Tener expectativas de comportamiento claras y preparar a los niños con anticipación para experiencias nuevas.
  • Proporcionar comentarios constantemente.
  • Proporcionar refuerzo positivo ante conductas positivas.

 

  • Crear rutinas diarias y rituales para proporcionar estructura.
  • Practicar habilidades de autorregulación.
  • Modelar el comportamiento social adecuado.
  • Enseñar habilidades para la administración del tiempo.
  • Notificar con antelación las transiciones que se aproximan.
  • Hablar de las tareas difíciles. Enseñar a pensar en voz alta durante situaciones de planificación y solución de problemas.
  • Mejorar las habilidades de supervisión pidiendo a los niños que evalúen su desempeño. Hablar con ellos acerca de la precisión de su evaluación.

 

Vea cómo es un día en la vida de un niño con dificultades del funcionamiento ejecutivo. Conozca los pasos a seguir en el caso de un niño que pudiera tener TDAH.

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