Cómo ayudar a los niños que tienen dificultad para participar en una conversación
Hay muchos niños para los que entablar una conversación no es ningún problema. Saben cómo hacer comentarios adecuados y participar cuando otras personas están conversando. Pero para los niños que tienen dificultades con las habilidades sociales, el ritmo normal de una conversación puede ser algo complicado.
Habilidades importantes como interpretar el lenguaje corporal y saber qué decir (y cuándo decirlo) no les resultan fáciles. Estas son algunas recomendaciones para ayudarlos a dominar las diferentes partes de una conversación.
Unirse a una conversación
Las conversaciones grupales son complicadas porque hay que relacionarse con más de una persona. Tener dificultad para interpretar el lenguaje corporal puede impedir que los niños sepan si una conversación es privada o si otras personas pueden participar. Puede que no reconozcan si es un momento adecuado para unirse a la conversación, ni si el tono de voz indica que no lo es. También es posible que no sepan que tienen que hablar sobre lo que se esté hablando en el grupo.
Cómo ayudar:
Utilice situaciones de la vida real (o videos y programas de televisión) para señalar momentos en que un grupo se aparta o está hablando en privado. Señale también cuando las personas parecen abiertas a que otras personas se unan a la conversación.
Muestre cómo esperar una pausa en la conversación para hacer una pregunta como: “¿Puedo unirme a la conversación?”.
Enfatice que escuchen y digan algo relacionado con lo que dicen los demás. Pueden recurrir a preguntas del tipo “quién”, “qué”, “cuándo”, “dónde” y “por qué” para enterarse de qué va la conversación.
Iniciar una conversación
El primer paso es determinar si es un momento oportuno para tener una conversación. Hay niños que podrían tener dificultad para "captar" si es un buen momento. Los niños impulsivos podrían irrumpir en una conversación sin saludar.
Cómo ayudar:
Enseñe frases de saludo básicas para usar con personas conocidas (“Hola, ¿cómo estás?”) y con personas desconocidas (“Hola, soy José, el hermano de Mariana”).
Muestre cómo es el lenguaje corporal de una persona cuando quiere hablar y cuando no quiere hablar. También muestre ejemplos de un rostro neutral o incómodo que podría significar falta de interés.
Mantener una conversación
Entablar una conversación requiere seguir una serie de reglas sociales, y no solo por un minuto o dos. Los niños impulsivos pueden interrumpir mucho o hablar sin parar. Los que tienen dificultad para interpretar las señales no verbales podrían no darse cuenta de que la otra persona está perdiendo interés. Hay quienes podrían quedarse tan atascados en una idea que no pueden pasar a otra cosa. También hay niños que podrían desconectarse de la conversación.
Cómo ayudar:
Enseñe a los niños cómo hacer preguntas que demuestren que han escuchado y están interesados en lo que la otra persona está diciendo. Proporcione ejemplos para practicar y usar.
Ayúdelos a practicar cómo retener una idea en la mente en lugar de decirla de manera abrupta. Acláreles que pueden decir: “Recuérdame que quiero decir algo acerca de eso cuando termines”.
Propongan palabras o frases que puedan usar para demostrar que están prestando atención durante la conversación, como por ejemplo “entiendo”, "claro".
Hagan juegos de rol para escenificar cómo al decir algo fuera del tema o en el momento inoportuno pareciera que no están interesados en lo que la otra persona está diciendo.
Finalizar una conversación
Finalizar una conversación puede ser tan difícil como iniciarla. Es posible que los niños no interpreten la situación correctamente para saber si es el momento apropiado de terminarla. Puede que tampoco tengan las palabras para concluirla de educadamente. Los niños que son impulsivos o tienen problemas con las habilidades de comunicación podrían concluir una conversación repentinamente sin decir "adiós", simplemente alejándose del lugar o colgando el teléfono.
Cómo ayudar:
Muestre algunas de las señales no verbales que podrían observar cuando alguien está intentando terminar una conversación, como mirar el reloj, mirar hacia otro lado o bostezar.
Enseñe a los niños algunas de las señales verbales que indican que alguien está intentando terminar una conversación, como decir “entonces…” o “bueno…”.
Practiquen frases que pueden usar para saber si la conversación ha terminado. Un ejemplo sería: “¿Podemos seguir conversando o te tienes que ir?”
Enséñeles cómo finalizar la conversación con frases como: “Me dio mucho gusto hablar contigo” o “bueno, ya tengo que irme”, antes de alejarse.
Los niños con habilidades sociales limitadas requieren mucha práctica y enseñanza directa para aprender el arte de la conversación. Es importante ser paciente y saber que posiblemente tendrá que reforzar esas habilidades una y otra vez.
Conozca más sobre los cuatro tipos de señales sociales. Lea cómo una mamá logró que su hijo dejara de interrumpir. Averigüe cómo la regla del “codo” puede ayudar a los niños a respetar el espacio personal durante una conversación.