Utilice videos, situaciones de la vida cotidiana o programas de televisión para observar diferentes interacciones sociales. Esté atento a las señales sociales. Por ejemplo, note cuando las personas que están en una conversación están mirando a su alrededor y parecen estar abiertas a que otros se unan.
Consejo práctico 2
Utilice frases que muestren su atención.
Utilice frases que muestren su atención.
Las personas quieren que los demás presten atención cuando hablan. Utilice palabras o frases como “qué bien” o “excelente”. Dígalas de manera intercalada para no repetir lo mismo una y otra vez.
Consejo práctico 3
Comience de a poco.
Comience de a poco.
Practique las habilidades sociales con un amigo de confianza o en un grupo pequeño. Estas experiencias con menos personas suelen parecer menos riesgosas. Además, ayudan a desarrollar las habilidades para luego utilizarlas en grupos más grandes donde es más difícil.
Consejo práctico 4
Practique en línea.
Practique en línea.
Algunas personas prefieren la interacción en línea. Pruebe uniéndose a chats de video, a videojuegos multijugador o a grupos en línea que sean de su interés. Con los niños, asegúrese de supervisar lo que están haciendo para asegurarse de que no corren peligro.
Consejo práctico 5
Aprenda a hacer preguntas.
Aprenda a hacer preguntas.
Si necesita ayuda para captar las señales sociales, dígalo. Está bien decir algo como: “A veces no sé si estás enojado. ¿Lo estás?". O algo como: “¿Está bien si me uno a la conversación?".
Las habilidades sociales nos ayudan a relacionarnos con los demás y tener interacciones positivas. Tener dificultad con estas habilidades puede causar problemas en muchos ámbitos de la vida, en la escuela, el trabajo, el hogar y la comunidad.
Tener dificultad con las habilidades sociales no es lo mismo que no ser “social”. Las personas quieran interactuar, pero no les va bien cuando lo hacen. Pueden tener dificultad para entablar una conversación, parecer desfasados o comportarse de una manera que aleja a los demás.
Las personas pueden tener dificultad para captar las señales sociales y seguir las reglas de socialización. Esto puede dificultar que se integren, que hagan amigos y colaboren con otros. Es posible que eviten interactuar y se sientan aislados y solos con sus problemas.
Las causas por las cuales una persona tiene dificultad para socializar son diversas. A veces, la causa es pasajera. Sin embargo, los problemas con estas habilidades suelen ser parte de desafíos más grandes que duran toda la vida.
Esto no significa que las habilidades sociales sean inmodificables. Hay maneras de desarrollarlas para que sea más fácil relacionarse con los demás y tener mejores interacciones.
Hay diferentes tipos de habilidades sociales con los que las personas pueden tener dificultad. Uno es captar las señales sociales, como el lenguaje corporal. Otro es seguir las normas sociales, como decir con permiso o no interrumpir.
No todas las personas tienen dificultad con el mismo tipo de habilidades sociales, pero algunas son comunes:
Hablar demasiado.
No entender el sarcasmo.
Dar información de forma inapropiada.
Interpretar de manera literal expresiones como: “Estoy tan hambriento que podría comerme la olla entera”.
No reconocer cuando las personas parecen o suenan molestas.
Son varios los factores que pueden afectar la manera en que las personas interactúan con los demás. Algunos de los más comunes son:
Problemas de autocontrol
Dificultades de comunicación
Barreras lingüísticas
Problemas de salud mental como ansiedad o depresión
Situaciones estresantes en el hogar
Hay diferencias en la manera de pensar y aprender que afectan directamente las habilidades sociales. El TDAH es una de ellas. Personas con TDAH tienden a ser impulsivas y pueden decir cosas sin pensar. La dificultad para prestar atención puede causar que las personas con TDAH se distraigan cuando otras personas están hablando. El autismo también puede causar dificultad para socializar.
Hay muchas maneras en que adultos y niños pueden practicar y mejorar sus habilidades sociales. Los niños podrían participar en un grupo de habilidades sociales en la escuela. Los adultos podrían unirse a un club o algún curso donde participen personas con intereses similares.
Actuar situaciones sociales puede ayudar a niños y adultos a prepararse para las interacciones. También puede ayudar hacer una lista de temas de conversación.
Tener dificultad para socializar puede perjudicar la autoestima de la persona. Ayuda saber que todos tenemos problemas con algo y que las habilidades sociales pueden mejorar.