Las niñas suelen experimentar el TDAH de manera diferente que los niños.
Es menos probable que las niñas sean hiperactivas, por lo que sus síntomas pueden pasar desapercibidos.
El TDAH es igual de común en niños que en niñas, pero las niñas son diagnosticadas con menos frecuencia.
A pesar de lo común que es el TDAH, todavía siguen existiendo muchos conceptos erróneos sobre esta condición. Uno de los más comunes es que se trata de una condición infantil que afecta principalmente a los niños varones. Lo cierto es que el TDAH es una condición de por vida, y las niñas tienen la misma probabilidad de tenerlo que los niños. Aunque es más probable que pase desapercibido en ellas.
La experiencia de tener TDAH puede ser diferente para las niñas que para los niños. En primer lugar, las niñas son menos propensas a ser hiperactivas que los niños. También tienden a tener menos dificultad para controlarse. Esto significa que su comportamiento suele ser menos disruptivo en la casa y en clases.
Pero las niñas si presentan problemas de atención, un síntoma clave del TDAH. Pueden parecer distraídas o como si estuvieran en su propio mundo. Los médicos podrían referirse a eso como "TDAH sin hiperactividad". (Algunas personas también puede que lo llamen TDA en lugar de TDAH).
Los niños con TDAH que no son hiperactivos no se destacan tanto como los niños que están en constante movimiento. Por lo tanto, es más fácil pasar por alto sus dificultades. Si bien las niñas tienen TDAH con la misma frecuencia que los niños, son diagnosticadas con menos frecuencia, al menos en la infancia.
Esto crea desafíos adicionales. Las niñas con TDAH pueden ser consideradas simplemente como "soñadoras". Las personas pueden confundir sus dificultades con pereza. Y al no ser diagnosticadas, puede que se queden sin recibir tratamiento u otro tipo de apoyo que las ayude con los síntomas del TDAH.
Profundice
Las niñas con TDAH tienen menos probabilidad de ser hiperactivas que los niños. Pero eso no significa que nunca tengan ese síntoma del TDAH. Simplemente puede lucir diferente.
Por ejemplo, las niñas podrían ser percibidas como demasiado sensibles o emocionales. Es posible que interrumpan conversaciones y sean mucho más habladoras que los niños que tienen TDAH.
La mayoría de las veces, la hiperactividad disminuye o desaparece a medida que los niños crecen. Esto es cierto tanto para las niñas como para los niños con TDAH. Pero la dificultad para poner atención y el control de los impulsos continúan hasta la edad adulta.
Las niñas con TDAH suelen tratar de compensar sus síntomas dirigiendo toda su energía hacia las cosas que hacen bien. (Esto no es tan común en niños). Pero sus logros visibles en un área pueden dificultar darse cuenta de los problemas que tienen en otras áreas.
Este es un ejemplo. Una adolescente con TDAH es reconocida por ser buena escritora y esto la hace sentir orgullosa. Cuando tiene una tarea de escritura, se hiperconcentra y trabaja horas adicionales para obtener una calificación alta.
Al mismo tiempo, extravía el examen de matemáticas para hacer en casa, olvida pasear al perro y falta a su práctica de fútbol. Sus calificaciones son buenas, pero su deseo de ser exitosa y su perfeccionismo le causan mucho estrés.
Muchos niños con TDAH tienen dificultad para hacer y mantener amistades. Esto podría ser aún más difícil para las niñas. Su mundo social suele ser más complicado que el de los niños.
Las niñas puede que se sientan más presionadas a prestar atención a los sentimientos de sus amigos. O podrían sentir que tienen que captar señales sociales sutiles, lo cual es difícil para muchos niños con TDAH.
Las niñas con TDAH a menudo tienen baja autoestima y sentimientos de vergüenza. También son más propensas a culparse por los problemas causados por el TDAH que los niños. Un niño que reprueba un examen podría culpar al maestro por hacer un examen tan difícil. Una niña es más probable que lo interprete como que "es demasiado tonta”.