5 cosas que no debe decir a su hijo sobre la disgrafía

Por supuesto que usted quiere que su hijo con dé lo mejor de sí. No obstante, incluso los comentarios bien intencionados pueden ser contraproducentes. El Dr. Charles Sophy, director médico del Departamento de Servicios a Niños y Familias del condado de Los Ángeles, señala algunos comentarios comunes que pueden ser hirientes y qué podría decir en su lugar (es posible que desee ajustarlos en función de la edad de su hijo).

1. “Si no puedes leer lo que escribes, seguro que tu maestro tampoco podrá”

Esta observación sugiere que si su hijo se hubiese esforzado, su escritura podría haber sido más ordenada. De hecho, esforzarse más o hacerlo de nuevo probablemente no mejorará el producto final.

En su lugar, responda con un comentario “basado en su fortaleza”. Podría decirle: “Sé que lo hiciste lo mejor que pudiste. Debe ser frustrante que el resultado no muestre lo mucho que te esforzaste. ¿Prefieres escribir tus respuestas en la computadora? Podemos imprimirlas y anexarlas a tu hoja de trabajo. Si quieres, también podemos hablar con tu maestro”.

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2. “¿Terminaste esta tarea de escritura? No parece que la hayas pensado bien”

Los niños con disgrafía pueden tener problemas para plasmar sus ideas en papel. El esfuerzo de sostener el lápiz y trazar letras puede hacerles olvidar lo que querían escribir. Organizar los pensamientos en oraciones y párrafos también puede ser complicado.

Cuando al trabajo escrito de su hijo le falta profundidad o carece de detalles importantes, usted podría decirle: “Dime más sobre estas ideas. Quiero asegurarme de que incluyas todo, así que tomaré notas”. Tener a una persona que escriba podría ayudarlo a enfocarse en sus ideas y a hacer la tarea más fácil de manejar.

3. “Si te sientes raro usando un teclado en la escuela, no lo uses”

Es comprensible que los niños no quieran sobresalir, pero es importante que utilicen las herramientas disponibles. Esto es especialmente cierto cuando crecen. Permitir que su hijo evite una podría reforzar la ansiedad que le causa su dificultad.

Usar estas herramientas puede ayudar a que su hijo progrese. Una vez que lo hace, probablemente superará sentirse cohibido. Por lo que si no desea usar el teclado en su escuela, le puede decir: “Ensayemos lo que le puedes decir a los niños que quieren saber porqué tú puedes usar una computadora y ellos no”.

4. “Escribir es difícil para ti. Creo que debes enfocarte en otras áreas que te resultan más fáciles”

Sus intenciones son buenas: Usted quiere evitar que su hijo se frustre y canalizar sus esfuerzos hacia áreas donde pueda tener logros más fácilmente. Sin embargo, lo que él escucha es que usted piensa que no es lo suficientemente inteligente.

En su lugar, su hijo necesita que usted sea su abanderado. El hecho de que esté dispuesto a arriesgarse y a salirse de su zona de seguridad es bueno. La puede marcar una gran diferencia y permitirle desarrollarse en el periódico escolar o en una clase de escritura creativa.

5. “Si continúas trayendo a casa los deberes escolares incompletos, no podrás reunirte con tus amigos después de la escuela”

Lo más probable es que su hijo no pueda trabajar más rápido. Este tipo de observaciones pueden hacerlo sentir que nada de lo que hace es lo suficientemente bueno. Los niños que se sienten incompetentes empiezan a evitar ciertas tareas. Evitan tomar riesgos y pueden portarse mal o rebelarse porque están enojados.

Si el trabajo que realizó es correcto, enfóquese en la calidad. Podría decirle: “Hiciste un buen trabajo. Parece que no tuviste tiempo suficiente. Hablaré con el maestro para pedirle que disminuya la cantidad de tareas”. Si su hijo está listo para hablar por sí mismo, sugiérale que ambos se reúnan con el maestro.