8 juegos que pueden mejorar las habilidades de la función ejecutiva de su hijo

Los juegos de mesa requieren que los jugadores sigan instrucciones, tomen turnos y planifiquen estrategias; tres habilidades que pueden ser complicadas para los niños que tienen . Pero los juegos a continuación son fáciles de aprender y comprender. Mejor aún, cuando usted señala cómo las habilidades que se utilizan en cada juego se conectan con situaciones de la vida diaria, estará ayudando a los niños a mejorar habilidades importantes del funcionamiento ejecutivo.

Max (el gato)

Edades: 4 a 7 años

Habilidades de la función ejecutiva: Control emocional, planificar y priorizar, pensamiento flexible

Max (el gato) es un “juego cooperativo”. Los jugadores colaboran para lograr que un pájaro, una ardilla y un ratón regresen sanos y salvos a casa antes de que el hambriento gato Max se abalance sobre ellos. Los niños lanzan el dado para que los animales vayan avanzando por el tablero. Tienen que estar preparados para lo inesperado. Pero como equipo, los jugadores pueden dividir el número de movimientos entre los diferentes animales. La próxima vez que su hijo se enoje por un cambio en los planes del fin de semana, recuérdele con amabilidad cómo ayuda ser flexible, al igual que cuando juega Max.

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Jenga

Edades: 8 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Autosupervisión, pensamiento flexible, control de impulsos

Existen muchas versiones de este juego clásico de construir y derribar. Pero todas requieren que los jugadores se hagan las mismas preguntas. “¿Qué pasará si quito este bloque de esta torre? ¿Se tambaleará toda la estructura si quito esta pieza? ¿Cómo afectará a la torre retirar el bloque rápidamente?”. Jenga exige que los jugadores estén conscientes y en control de sus acciones, y esas son habilidades excelentes que los niños pueden perfeccionar. Pero puede ser un juego frustrante para los niños que tienen desafíos con las habilidades motoras, así que téngalo en cuenta.


Distraction

Edades: 8 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Memoria funcional, pensamiento flexible

Este juego de astucia intenta que los jugadores se confundan de una manera divertida. Los jugadores toman turnos para tomar cartas de un montón. Todas las cartas tienen números. Cada vez que un jugador saca una carta nueva, tiene que decir todos los números que salieron antes, más el nuevo. Si el jugador saca una carta de "distracción", debe responder una pregunta (“¿preferirías besar a una medusa o pisar a un cangrejo?”) antes de repetir la secuencia numérica. Los niños no se darán cuenta de que están practicando su habilidad para recordar.


MindTrap

Edades: 12 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Pensamiento flexible

Si a su preadolescente o adolescente le gustan las adivinanzas o los problemas matemáticos de lógica, Mindtrap puede ser una elección excelente. Cada carta promueve que los jugadores piensen de manera crítica sobre una pregunta desconcertante. Por ejemplo: “Bob fue a dar un paseo sin llevar su impermeable, sombrero o paraguas. ¿Por qué su cabello no se mojó?”. ¿La respuesta?: “Porque no estaba lloviendo”. No son preguntas triviales, son acertijos engañosos. Los niños pueden jugar de manera individual o en equipos, lo que lo convierte en una buena alternativa para el salón de clases o para la noche de juegos en familia.


AnimaLogic

Edades: 5 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Planificar y priorizar, pensamiento flexible, organización

En este juego de animales, los leones, hipopótamos, jirafas y camellos necesitan cruzar un puente sobre el río. El truco es que solo pueden hacerlo en cierto orden. Los jugadores tienen que descubrir el orden en el que pueden cruzar al otro lado. Existen cinco niveles de dificultad en este desafío de secuencias. Esto lo hace un juego que seguirá siendo útil a medida que los estudiantes de primaria crecen y mejoran sus habilidades del funcionamiento ejecutivo.


Snake Oil

Edades: 10 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Iniciar tareas, pensamiento flexible, organización

Este es un juego magnífico para los niños a los que les gustan los juegos de roles. En cada ronda, un jugador diferente de Snake Oil extrae una tarjeta de “cliente”. Esa carta le dice qué personaje es: estrella de rock, payaso, médico, etc. Los otros jugadores sacan cartas con palabras que pueden combinar para crear productos estrafalarios, como un “pez de hule”, para intentar vendérselo al personaje. Los niños tienen que determinar para qué sirve el producto, cómo promocionarlo y cómo podrían responder los personajes. Es una manera divertida de hacerlos pensar sobre la marcha.


Quiddler

Edades: 8 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Organización, pensamiento flexible, planificar y priorizar

¡Imagine un juego de palabras que no recompense a los jugadores por crear las palabras “más complicadas” posibles! (lo sentimos Scrabble). En Quiddler, los jugadores intentan utilizar todas sus cartas de letras para escribir palabras cortas. A medida que el juego avanza, los jugadores obtienen más cartas y pueden crear varias palabras cortas o palabras únicas más largas. Para los niños más pequeños, Quiddler Junior ofrece los mismos retos ortográficos pero utiliza palabras más cortas. Con ambas versiones, su hijo practicará sus habilidades de pensamiento flexible mientras se divierte con hasta siete jugadores.


No Stress Chess

Edades: 7 años y mayores

Habilidades de la función ejecutiva: Planificar y priorizar, organización, iniciar tareas, control de impulsos, pensamiento flexible

El ajedrez clásico puede que sea el juego de estrategia más conocido. No Stress Chess enseña a los niños a jugarlo. Los jugadores toman turnos para extraer una carta que les indica qué pieza mover. Entonces el jugador elige dónde debe ir la pieza. Con el tiempo, los niños desarrollan las habilidades lógicas y la confianza para realizar movimientos sin utilizar las cartas. El juego incluye instrucciones para tres niveles de jugadores principiantes. Los niños pueden voltear el tablero para jugar el juego estándar de ajedrez cuando están listos para intentarlo.