Cómo explicar las dificultades del procesamiento sensorial a amigos y familiares

Es posible que sus amigos y familiares quieran brindarle apoyo. Pero eso no significa que entenderán lo que significa que su hijo tiene dificultades del procesamiento sensorial. Estas son cuatro maneras de facilitar que sus amigos y familiares entiendan mejor las dificultades del procesamiento sensorial.

1. Hablar de la conexión con el cerebro

Los niños con dificultades del procesamiento sensorial no están haciéndose los difíciles. Lo que sucede es que su cerebro tiene dificultad para filtrar, organizar e interpretar la información que captan los sentidos. Esto puede ocasionar reacciones extremas a la luz, los ruidos, los olores, los sabores y las texturas.

Explique que el comportamiento de su hijo es una reacción a las señales que envía su cerebro. Mencione si su hijo es demasiado o poco sensible, y especifique los sentidos que están involucrados.

2. Hacer una comparación sencilla

No hay necesidad de dar muchos detalles al describir las dificultades del procesamiento sensorial a amigos y familiares. Pero ayúdelos a comprender lo que su hijo siente cuando tiene una reacción extrema.

Compárelo con lo que la mayoría de las personas sienten al tocar una estufa caliente. A su hijo le puede resultar igual de intenso e incomodo cuando un suéter le pica. O la sirena ruidosa que a usted le parece molesta, podría llegar a lastimar los oídos de su hijo. Proporcionar ejemplos concretos pueden ayudar a familiares y amigos a comprender mejor.

3. Explicar la variedad de reacciones

Cuando describa lo que su hijo está sintiendo, asegúrese de mencionar que cada niño es diferente. Así como algunos de nosotros siempre tenemos frío o queremos bajar el volumen de la televisión, los niños tienen diferentes sensibilidades y reacciones.

Su hijo podría ser sensible al ruido, mientras que otro niño podría ser sensible a la luz. Y algunos niños tienen reacciones extremas a todo tipo de información sensorial.

También explique que hay niños con dificultades del procesamiento sensorial que son menos sensibles. Por lo tanto, su reacción a ciertos estímulos es insuficiente. Podrían poner la mano sobre una estufa caliente porque no registran el dolor como otros niños. Por ello, es particularmente importante evitar los riesgos.

4. Hablar de cómo usted ayuda a su hijo

Usted ya ha explicado cómo funciona el cerebro de su hijo y sus reacciones. A continuación, converse sobre las necesidades de su hijo y lo que lo ayuda a manejarlas. Contar con apoyo y aceptación puede fortalecer la autoestima de su hijo.

Mencione cómo ciertas formas de hacer las cosas disminuyen el estrés y la ansiedad de su hijo. Cuando los adultos entienden, podrán explicar los desafíos de su hijo a sus propios hijos. Por ejemplo, si su hijo es sensible a las telas, usted podría permitirle usar una camiseta cómoda en una cena familiar en lugar de una elegante. Si sus primos pequeños dicen “eso no es justo”, sus padres se lo pueden explicar.

En el caso de que haya niños que no lo entiendan, compare las necesidades de su hijo con una limitación física. Por ejemplo, aclare que si un estudiante se fractura una pierna, el maestro no permitirá que toda la clase levante sus piernas. Hace una excepción para que un estudiante no tenga dolor. Explique que lo “justo” no siempre significa igualdad. Significa que cada persona tenga lo que necesita.

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