¿El TDAH aumenta el riesgo de tener trastornos mentales?

Los niños con TDAH tienen más probabilidades que otros niños de tener otros problemas de salud mental. Las investigaciones muestran que es mayor el riesgo de presentar problemas de conducta, ansiedad, depresión, abuso de sustancias y autolesiones. Durante la adolescencia es cuando los niños con TDAH corren más riesgo de desarrollar otras condiciones.

Los problemas más comunes en niños con TDAH son los de conducta. Estos incluyen (con más frecuencia que en otros niños) negarse a seguir las indicaciones de padres y maestros, y tener arranques emocionales cuando se les pide que hagan cosas que les resultan difíciles o complicadas.

Los niños con TDAH tienden a actuar de manera desafiante en ciertas situaciones. Por ejemplo, cuando tienen que hacer la tarea, irse a la cama, dejar de jugar o sentarse a la mesa para comer. Estas situaciones les resultan difíciles de tolerar debido a las dificultades asociadas al TDAH, que incluyen:

¿Cuál es su principal preocupación?

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  • Prestar atención

  • Tolerar una situación aburrida

  • Controlar los impulsos

  • Cambiar de una actividad divertida a otra

  • Controlar su nivel de actividad

Cuando la rebeldía se convierte en trastorno

¿El patrón de conducta desafiante de su hijo es lo suficientemente severo como para afectar su vida diaria en la casa o la escuela? Si es así, y dependiendo de la edad y los síntomas de su hijo, podría recibir alguno de los siguientes diagnósticos después de ser evaluado:

  • El trastorno negativista desafiante (ODD, por sus siglas en inglés) es cuando un niño presenta un patrón de conducta poco cooperativo, desafiante, hostil y conflictivo hacia las figuras de autoridad. 

  • El trastorno de conducta (CD, por sus siglas en inglés) es cuando un niño presenta un patrón de comportamiento agresivo, disruptivo, deshonesto (miente o roba con frecuencia) y rompe las reglas. 

  • El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (DMDD, por sus siglas en inglés) es cuando un niño tiene arrebatos de mal genio frecuentes e intensos que parecen completamente desproporcionados con la situación. El niño suele sentirse enojado la mayor parte del tiempo.

TDAH, depresión y ansiedad

El TDAH aumenta las probabilidades de que un niño desarrolle depresión, en especial durante la adolescencia. A qué estar atento:

  • Irritabilidad

  • Cambios en los patrones de sueño

  • Cambios en el apetito

  • Cambios en el rendimiento académico

  • Pérdida de interés en amistades y actividades que antes disfrutaba

  • Temores que no parecen razonables

  • Aislamiento de la familia

Si su hijo muestra síntomas de depresión durante varias semanas, y están interfiriendo con la vida escolar, los amigos o en la casa, es momento de evaluarlo. Tenga en cuenta que el tratamiento para el TDAH no aliviará los síntomas de la depresión.  

La ansiedad también se presenta frecuentemente en niños y adolescentes con TDAH. La ansiedad se puede presentar de muchas maneras:

  • El trastorno de ansiedad generalizada es cuando la persona está constantemente preocupada por todo y nada en específico al mismo tiempo. Un niño podría tener temores y fobias relacionadas con la escuela, ciertos alimentos, gérmenes, etc.

  • La ansiedad social es cuando alguien siente mucho temor a pasar vergüenza o ser humillado en público, hasta el grado de que esto interfiere con su vida diaria.

  • La ansiedad por separación es cuando un niño siente un miedo irracional de alejarse de sus padres o le preocupa que sus padres u otros miembros de la familia puedan morirse.

  • El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por tener pensamientos o imágenes mentales no deseadas (obsesiones) y tratar de controlarlas con un comportamiento repetitivo (compulsiones).

Si su hijo parece afligido por temores y preocupaciones que le causan angustia e interfieren con su vida escolar o familiar, es importante que lo evalúen para determinar si tiene un trastorno de ansiedad. 

TDAH y abuso de sustancias

Los adolescentes con TDAH son más propensos a tener problemas de abuso de sustancias que los adolescentes sin antecedentes de TDAH. También suelen tener una autoestima baja. Esto puede conllevar a que se sientan atraídos hacia otros niños que tienen más probabilidades de abusar de las drogas o el alcohol.  

Aunque los niños con TDAH tienen más riesgo de abusar de sustancias, el uso de medicamentos estimulantes para el TDAH no aumenta ese riesgo. 

Si su hijo desarrolla un problema de abuso de sustancias, es importante que reciba un tratamiento específico para ello.

TDAH y autolesiones

Las adolescentes con TDAH tienen más riesgo de autolesionarse que otras adolescentes, por ejemplo cortándose. Esté atento a:

  • Comentarios sobre autolesiones

  • Cicatrices de aspecto sospechoso

  • Heridas que no cicatrizan o empeoran

  • Cortaduras en el mismo lugar

  • Mayor aislamiento

  • Poseer herramientas como fragmentos de vidrio

  • El uso de camisas de manga larga en días calurosos

  • Evitar actividades sociales

  • El uso de muchas curitas o parches

  • Negarse a ir a los vestidores o a cambiarse de ropa en la escuela

Si descubre que su hija o su hijo se está cortando, actúe de inmediato. Cuanto más tiempo se autolesiona un niño, más difícil puede ser el tratamiento. Empiece por hablar con el médico que trata el TDAH de su hija o hijo.

No se puede eludir el hecho de que los niños con TDAH son más propensos a tener algún otro problema de salud mental o de comportamiento. La buena noticia es que si los padres saben a qué deben estar atentos y toman medidas a tiempo pueden ayudar mucho a prevenir que estos problemas se agraven. 

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