Velocidad y fluidez lectora: Lo que necesita saber

La velocidad o rapidez lectora es el número de palabras que una persona lee correctamente en un minuto. Forma parte de una habilidad más amplia llamada fluidez lectora. Este término se usa cuando se lee con precisión, a buen ritmo y con la expresión y entonación adecuadas.

Cuando los niños leen con fluidez, es una señal de que entienden lo que están leyendo. Es por ello que la fluidez lectora es una de las medidas que las escuelas utilizan para medir el progreso de los estudiantes a medida que aprenden a leer.

Para determinar la fluidez lectora, se asignan párrafos o una lista de palabras para que los niños las lean en voz alta. Su calificación es el número de palabras que sean capaces de leer en un minuto, e indica lo preciso y rápidos que son. Obtenga más información sobre la velocidad y la fluidez lectora.

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Por qué es importante la fluidez lectora

Leer palabras a un buen ritmo para su edad, es una buena señal de que los niños están pronunciando las palabras correctamente (decodificación) y han llegado al punto en el que reconocen instantáneamente algunas palabras. “Los lectores lentos” puede que tengan dificultad para pronunciar cada palabra, y leer despacio también puede dificultarles que entiendan lo que están leyendo.

¿Cómo la velocidad lectora afecta la comprensión de la lectura? Los niños necesitan “retener” las palabras que leen el tiempo suficiente para ver cómo esas palabras en conjunto crean significado. Mientras más tiempo tarden en leer cada palabra, más difícil les será conectar las palabras que forman una oración, un párrafo o la historia.

¿Un buen lector es un lector veloz?

No necesariamente. Ser un buen lector requiere mucho más que leer cierta cantidad de palabras por minuto. Algunos niños son muy minuciosos, y el hecho de que lean con cuidado y a un ritmo un poco más lento no necesariamente significa que exista un problema.

“Ser un buen lector requiere mucho más que leer cierto número de palabras por minuto.”

Los buenos lectores leen con expresividad. Leen como hablan. Por ejemplo, el tono de voz ascenderá si la oración termina con un signo de interrogación. Esta habilidad de agregar un significado a través de la entonación se conoce como prosodia. Tanto la prosodia como la velocidad lectora son partes importantes de la fluidez lectora.

Los buenos lectores también piensan en lo que están leyendo. Hacen conexiones con cosas que ya conocen, y piensan de forma crítica para formarse su propia opinión e ideas sobre el texto. Si los niños pueden hacer esto, pero leen un poco más lento que sus compañeros, probablemente su velocidad lectora no sea motivo de preocupación.

No obstante, sí puede ser motivo de preocupación cuando los niños tienen dificultad para entender la relación entre las letras y los sonidos que producen o para combinar los sonidos al leer. Existen ciertas diferencias en la manera de pensar y aprender que pueden afectar la velocidad con que lee un niño. Tener una velocidad de procesamiento lenta también puede afectar la velocidad lectora. Si cree que su hijo está teniendo problemas, no dude en hablarlo con su maestro.

Preguntas sobre la velocidad lectora para el maestro de su hijo

Si le preocupa la velocidad o la fluidez lectora, hable con el maestro de su hijo. Estas son algunas preguntas que puede hacer:

  • ¿Cuál es la velocidad lectora promedio en niños de la edad de mi hijo o a su nivel de grado?

  • ¿Qué tan lento lee mi hijo respecto a la velocidad a la que se espera que lea?

  • ¿La velocidad lectora de mi hijo ha variado con el tiempo? ¿Ha aumentado un poco o se ha mantenido casi igual?

  • ¿A usted le preocupan otras cosas acerca de la lectura de mi hijo, además de la velocidad a la que lee?

  • ¿Qué recomienda para ayudar a que mi hijo progrese?

Tal vez desee ver un video acerca de cómo las escuelas proporcionan instrucción adicional a los que tienen dificultad para leer.

Existen muchas cosas que usted puede hacer en la casa para ayudar a su hijo a mejorar sus habilidades lectoras. Conozca más sobre por qué algunos niños tienen dificultad para leer.

Puntos clave

  • Los niños que leen lentamente puede que tengan dificultad para pronunciar las palabras.

  • La velocidad y la fluidez al leer pueden afectar la comprensión de la lectura.

  • Ser un buen lector va más allá que ser capaz de leer cierta cantidad de palabras por minuto.

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