¿Su hijo no sigue rutinas ni horarios? Pruebe estas sugerencias

De un vistazo

  • Es frustrante cuando los niños no siguen rutinas ni horarios.

  • Puede ser difícil para los niños acostumbrarse a nuevas rutinas.

  • Cuando los niños ayudan a crear las rutinas, es más probable que las cumplan.

Tener una rutina diaria es tranquilizador para muchos niños. Saben qué tienen que hacer y cuándo lo tienen que hacer, y se habitúan a ello. Sin embargo, hay niños que no siguen rutinas ni horarios, en especial si los acaban de incorporar a sus vidas. Esto puede ser estresante, sobre todo si esa rutina ayuda a que nadie se desvíe del plan y el día transcurra sin problemas.

Estas son cinco recomendaciones si su hijo se resiste a seguir una rutina.

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1. Deje que su hijo participe en la creación de la rutina

A los niños les gusta participar en la toma de decisiones. Cuando tienen opciones y pueden opinar sobre las cosas incluidas en su rutina, es más probable que la cumplan. También promueve que desarrollen confianza en sí mismos, ya que sienten que pueden hacer las cosas con poca o ninguna ayuda.

2. Sea realista con el tiempo y las prioridades

Los niños a veces no siguen una rutina porque es muy estresante terminarla en el plazo establecido. Haga una prueba para determinar exactamente cuánto tiempo se requiere para cumplirla. Si usted quiere que su hijo se vista, desayune y prepare la mochila antes de salir de la casa en las mañanas, haga la prueba un día que no tengan prisa. Si requiere diez minutos más de lo previsto, haga los ajustes necesarios.

Asegúrese de darle prioridad a lo más importante. Si usted y su hijo discuten todas las noches porque usted quiere que lave los platos inmediatamente después de la cena, tal vez usted podría dejar que lo haga un poco más tarde o a primera hora en la mañana. Posponer las cosas “adicionales” puede reducir el estrés y el descontento.

3. Sea claro al explicar la rutina

Cuando los niños no siguen una rutina, puede ser porque no la entienden o no saben cómo emprenderla. Sea claro al establecer el orden y a qué hora se deben hacer las cosas. Después, repase cada paso de la rutina y explique con precisión qué se espera de cada tarea. Sea específico al dar instrucciones. En vez de decir: “Hoy tienes que pasar la aspiradora”, diga: “Hoy tienes que pasar la aspiradora en tu cuarto y en el pasillo”.

4. Póngalo por escrito

¿Con qué frecuencia usted escribe una lista de las cosas que tiene que hacer para que no se le olviden? Los niños también necesitan este tipo de recordatorios. Anote las rutinas y colóquelas en un lugar adecuado. Por ejemplo, puede pegar la rutina de las mañanas en el espejo del baño.

Cerciórese de dividir las tareas en un máximo de tres a cinco pasos. Más que esto puede ser abrumador. Para los niños más pequeños, usted puede acompañar la lista escrita con un horario visual para ayudarlos a ver de qué se trata.

5. Los niños necesitan apoyo para aprender rutinas

Toma tiempo aprender y acostumbrarse a nuevas rutinas. No espere un cambio inmediato y esté atento a los pequeños logros. Continúe recordándole con gentileza las cosas y señalando el horario escrito. Está bien ayudar a su hijo cuando tenga dificultades. Recuerde felicitarlo por sus esfuerzos y no solo por el resultado final. Intentar seguir una rutina es mucho mejor que no intentarlo en absoluto.

Averigüe por qué algunos niños tienen dificultad para seguir una rutina o un horario.

Puntos clave

  • Sea realista sobre qué se puede lograr en un determinado lapso de tiempo.

  • Sea específico al explicar un horario o una rutina.

  • Proporcionar apoyos escritos, verbales y visuales facilita que los niños aprendan rutinas.