Recomendación del maestro: Cómo ayudar a su hijo a poner atención

“¡Pon atención! Tienes que concentrarte. ¿Estás escuchando?”.

Si tiene un hijo con dificultad para prestar atención, probablemente usted le haya dicho alguna de estas frases. Y es posible que se haya sentido frustrado cuando su hijo continuaba mirando hacia otro lado o encorvado.

La inatención es una de esas cosas que fácilmente nos puede enojar. Sentirse ignorado es muy frustrante. Pero ¿alguna vez se ha preguntado si su hijo sabe lo que significa “poner atención”?

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En mi experiencia, muchos niños no saben lo que significa estar atento. No entienden cómo su comportamiento afecta su capacidad de concentración y cómo los ven los adultos. Nunca se les ha enseñado de forma explícita cuáles son las señales de estar atentos que las personas esperan ver.

Así que esta es mi recomendación: Mejore la atención de su hijo enseñándole cómo poner atención con su cuerpo.

Durante años he hecho esto en mi clase con el acrónimo SIPAS (SLANT en inglés).

S: Siéntate derecho.

I: Inclina tu cuerpo hacia tu interlocutor.

P: Pregunta y responde.

A: Asiente o niega moviendo la cabeza.

S: Sigue con los ojos a quien te habla.

Explique a su hijo que SIPAS es lo que tiene que hacer cuando le digan “pon atención”. Cuando se sienta derecho, se inclina hacia su interlocutor, hace preguntas, asiente y sigue con los ojos a quien le habla, logra dos cosas.

Primero, es más consciente de cómo poner atención, y eso mejora su concentración. Segundo, en conversaciones y en la escuela, los adultos y los demás niños esperan ver esas conductas como señales sociales de estar escuchando. Hacerlas mejorará la manera en que las personas perciben y se relacionan con su hijo.

Hay niños que puedan poner atención aunque estén viendo hacia otro lado y estén encorvados. Sin embargo, escuchar actuando acorde con SIPAS es más efectivo. Ayuda a su hijo a comunicar interés y respeto a otros.

Aunque esto pueda parecer obvio, muchos niños no relacionan estos comportamientos con la forma en que son percibidos. Es por ello que les decimos “mírame” cuando queremos decir “escúchame”.

Aprender a poner atención de esta manera requiere tiempo. Sea paciente. Practique con su hijo. Escriban juntos SIPAS y revísenlo usando una situación donde necesite prestar atención.

Y si el acrónimo SIPAS no se adapta exactamente a las necesidades de su hijo, modifíquelo. Por ejemplo, recientemente mi hijo y yo ideamos cómo se vería poner atención a su entrenador de natación, y él incluyó ¡no sumergirse cuando el entrenador estuviera dando instrucciones!

—Nancy Hammill

Nancy Hammill es la Educadora Nacional de Discapacidades del Aprendizaje del 2016, premiada por el socio de Understood Learning Disabilities Association of America. Cuenta con 20 años de experiencia como maestra en el salón de clases, especialista en alfabetización y terapeuta del aprendizaje.