Desacuerdo entre parejas: cómo ponerse de acuerdo

Los conflictos nunca son agradables. Esto es especialmente cierto cuando usted está en desacuerdo con su pareja acerca de cómo criar a su hijo que piensa y aprende de manera diferente. Esta situación es muy común y suele ser muy incómoda.

Pero no tiene que ser así, dice Laura Marshak, Ph.D., autora de Married with Special Needs Children. “Es normal, y algunas veces es bueno, que usted no esté de acuerdo con su pareja”, afirma. Tener conversaciones difíciles con su pareja puede ayudarlos a encontrar soluciones creativas.

Motivos comunes de desacuerdo

Según Marshak, hay cuatro aspectos con los que los padres de niños que piensan y aprenden de manera diferente probablemente van a estar en desacuerdo.

1. Las habilidades de su hijo. ¿Está esforzándose lo más que puede?, o ¿se está aprovechando de sus dificultades (o de los cuidados que recibe)? Usted y su pareja podrían tener diferentes opiniones.

2. El tiempo, la energía y los recursos que usted le da a su hijo. Tal vez uno de los resentimientos sea que su vida gira alrededor de las necesidades de su hijo.

3. La independencia de su hijo. Probablemente los dos quieren que su hijo tenga libertad para explorar por su propia cuenta, pero podrían no estar de acuerdo en cuánta libertad sea capaz de manejar su hijo.

4. Metas futuras. ¿Podrá su hijo ir a una universidad? ¿Será capaz de tener un trabajo? Estas preocupaciones pueden surgir cuando su hijo es todavía pequeño.

Cómo estar de acuerdo

• Colaboren. “Incluso aunque no estén de acuerdo, usted y su pareja deberían ser parte del mismo equipo”, dice Marshak. “Esto quiere decir que podrían estar en desacuerdo de una manera respetuosa pero colaborar para resolver los desacuerdos”.

• Igualdad. Para que un equipo funcione, ambas partes tienen que estar en igualdad de condiciones al tomar las decisiones. “Algunas veces se hará lo que usted dice y otras prevalecerá el punto de vista de su pareja”, dice Marshak. “Pero en general, el equilibrio de poder debe ser 50/50”.

• Creen nuevas soluciones. En muchos casos ni su opinión ni la de su pareja va a prevalecer, y eso está bien. “Cuando sea posible, deberían utilizar sus diferencias para proponer un nuevo enfoque basado en las opiniones de ambos”, dice Marshak. “Ambos deben estar abiertos a los puntos de vista del otro en vez de enfocarse en tratar de ganar la discusión”.

Cómo hacer que funcione

Supongamos que su hijo quiere comenzar a usar su bicicleta para ir y regresar de la escuela. Él tiene dispraxia, así que tiene cierta dificultad con su equilibrio y coordinación. Sin embargo, ha practicado con la bicicleta durante varias semanas. A usted no le gusta la idea pero su pareja piensa que su hijo merece esa oportunidad.

“En muchos casos ni su opinión ni la de su pareja va a prevalecer, y eso está bien”.

Cuando usted conversa con su pareja acerca de esta situación, su pareja le explica que su hijo se beneficiará de ir y volver de la escuela de forma independiente. A su vez, usted le explica que le preocupa su seguridad.

Juntos proponen una solución que su hijo aprueba: Puede ir y regresar de la escuela caminando durante el próximo mes, mientras continúa practicando con la bicicleta en las tardes. También practicarán ir en bicicleta juntos como familia para que su hijo aprenda el camino.

Después de un mes, su hijo podrá comenzar a ir y volver de la escuela en bicicleta. Primero lo hará con un niño del vecindario y luego solo. Esta solución incluye su preocupación, la intención de su pareja y el deseo de su hijo.

Aprender a resolver los desacuerdos juntos no solo es útil para criar a un niño, también es importante para su relación de pareja. “Sin este equilibrio, una pareja no puede ser un equipo”, dice Marshak. “Y es así cuando es más probable que los problemas en las relaciones ocurran”.