La educación a distancia me ayudó a ver las dificultades de mi hija y lo que ella necesita para progresar

Como muchos padres, la primavera pasada Essence y Marlin Thomas de Columbia, South Carolina, hicieron malabares con empleos a tiempo completo y el aprendizaje a distancia. Para ellos, la experiencia significó un gran cambio.

Ambos son trabajadores esenciales. Essence es gerente de instalaciones en una sala de emergencias. Marlin es supervisor en una prisión local. Durante el cierre masivo, trabajaron juntos para descubrir cuál era la mejor manera de estar presentes para sus hijas, Makenzie de 6 años y Morgan de 2 años.

Al principio, Makenzie tuvo momentos difíciles. Estaba abrumada por el trabajo escolar y extrañaba a sus amigos, al igual que muchos niños. Tuvo problemas con la lectura y la escritura. Así que fue un alivio cuando llegó el verano y tanto Makenzie como sus padres pudieron descansar. Pero Essence y Marlin no sabían qué hacer en el otoño.

¿Cuál es su principal preocupación?

Obtenga respuestas a todas sus preguntas con el Asistente de Understood.

Al final, decidieron que este año educarían a Makenzie en la casa. Es muy diferente a la educación a distancia, y hasta ahora, ha funcionado bien. Han notado que Makenzie ha progresado mucho.

Essence relata a continuación por qué decidieron cambiar el sistema de enseñanza y qué han aprendido sobre Makenzie al pasar más tiempo en la casa. 


En marzo pasado, pensé para mí misma: “Bueno, estaremos bien por un par de semanas”. Sin embargo, esas semanas rápidamente se volvieron meses. Y en la primera semana de abril, empecé a notar ciertos cambios en Makenzie. 

Makenzie siempre ha sido una niña muy independiente. Así que cuando ella empezó a venir a nuestra habitación para dormir con nosotros, supe que algo estaba ocurriendo. Cuando le preguntaba por qué no dormía en su dormitorio, me decía que se sentía muy sola.

No me di cuenta en ese momento qué intentaba decirme. Pero cuanto más la observaba, más me daba cuenta de que extrañaba estar en su salón de clases y con sus amigos.

También fue en ese momento que empecé a notar sus dificultades con la lectura y la escritura. Makenzie empezaba a leer de izquierda a derecha, pero cuando llegaba al final de la línea no sabía dónde retomar la lectura. 

Entre no estar con otros niños y tener dificultades para aprender, Makenzie empezaba a sentirse abrumada. Entonces, fue cuando llamé a mi jefe y le pedí que me permitiera trabajar desde casa por un tiempo para poder ayudarla a adaptarse.

Establecimos una nueva rutina. La guardería de Morgan tenía vacantes y Makenzie podía asistir tres días a la semana. Eso fue un gran alivio para mí ya que hacía malabares para dirigir a mi equipo de trabajo desde la casa. Esa misma rutina sigue funcionando para nosotros con una sola diferencia: Ahora la educamos en la casa.

Makenzie tiene asma y le es difícil usar una mascarilla todo el día. Además, al ser una actriz nata sabíamos que sus ausencias empezarían a convertirse en un problema con la escuela.

Empecé a investigar sobre asociaciones de escolaridad en casa y encontré una que me pareció que podría funcionar para nosotros. Me uní a una comunidad en Facebook de padres afroamericanos que educan a sus hijos en la casa. Y hasta encontré un instructor en Hong Kong para que Makenzie pudiera continuar aprendiendo mandarín como lo hacía en su escuela.

Hasta ahora, las cosas han estado muy bien. Makenzie ya aprendió todas las palabras familiares a simple vista asignadas este año, y apenas es octubre. Inclusive, hemos empezado a leer juntas libros de capítulos. Estoy feliz de que esté leyendo mejor, pero aún quiero que la evalúen. Quiero estar segura de que le estoy proporcionando la instrucción que necesita para que pueda dar lo mejor de sí.

Dar seguimiento al progreso de Makenzie ha sido un gran ajuste para mí. Cuando el mes pasado noté que Makenzie tenía dificultades con las matemáticas, empecé a ajustar su plan de lecciones. De esa manera podíamos dedicar más tiempo a mejorar sus habilidades con las matemáticas. Me gusta tener esa flexibilidad para que ella no se retrase en sus asignaturas. 

Si soy honesta, realmente pienso que necesitábamos hacer este cambio, tanto la familia como Makenzie. Este periodo nos ha unido a todos y creo que ha sido lo mejor que hemos hecho por ella.