Queridas familias y educadores: Por qué la comunicación entre padres y maestros es más importante que nunca

Queridas familias y educadores:

Como madre, esposa de un educador y exmaestra, nunca me hubiera imaginado un inicio de año escolar como este. Nadie lo habría sospechado. Nunca pensamos que las mascarillas cubrirían las sonrisas en las fotos del primer día de clases. Nunca esperamos que las escuelas permanecieran cerradas durante tanto tiempo y que nuestras casas se convertirían en aulas otra vez.

No es fácil para ninguno de nosotros, ni para las familias, ni para los educadores ni en especial para los niños. Muchos de nuestros niños que piensan y aprenden de manera diferente han tenido problemas por no contar con los servicios y apoyos que solían tener. Nuestra comunicación como familias y educadores es más importante que nunca. Esa comunicación será clave para ayudar a nuestros niños a progresar.

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Comprender la perspectiva de cada uno

Como familias, hemos hecho todo lo posible para que nuestros hijos sigan aprendiendo y no se atrasen. A veces, hemos sentido que nuestro esfuerzo no ha sido suficiente. Algunos niños llevan hasta seis meses sin ir a la escuela. No han recibido servicios importantes que proporcionan las escuelas. Echan de menos a sus amigos y maestros. Se han enfrentado a preguntas complicadas sobre las diferencias raciales en un momento donde la injusticia es tema prominente en los medios de comunicación.

Estamos preocupados por el bienestar social y emocional de nuestros niños. Nos preocupa su salud física, especialmente si tienen más riesgo de enfermarse. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles y encontrar maneras de equilibrar el trabajo y la escuela. Nos preocupa que nuestros hijos se atrasen aún más. Y algunos nos hemos adaptado a una “nueva normalidad” y estamos indecisos sobre regresar a como solían ser las cosas.

Como educadores, nos hemos esforzado para que nuestros niños sigan aprendiendo. No estábamos preparados para enseñar de esta manera. En la universidad no había una materia llamada: “Enseñanza durante una pandemia, curso 1”. Nuestros distritos escolares se las ingeniaron para elaborar planes de aprendizaje a distancia. Y ahora, con poca antelación y una capacitación limitada, se nos ha pedido que nos presentemos en nuestras aulas, que continuemos con la enseñanza a distancia o que combinemos ambas modalidades.

Echamos de menos a nuestros estudiantes. Nos preocupa nuestra salud física, especialmente si nosotros (o los miembros de nuestra familia) tenemos mayor riesgo. Puede que también hayamos tenido que manejar nuestra salud mental. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles sobre regresar a nuestros empleos que amamos o protegernos a nosotros y a nuestras familias.

Nuestro compromiso común de comunicarnos

Con este entendimiento común, comprometámonos entre nosotros y con nuestros hijos.

Como familias, haremos lo siguiente:

  • Compartir información sobre nuestros hijos que los maestros querrán saber.

  • Explicar lo que funcionó y lo que no funcionó, mientras nuestros hijos aprendían en la casa.

  • Informar qué servicios y apoyos dejaron de recibir nuestros hijos y cómo esto los ha afectado.

  • Hablar de nuestras preocupaciones acerca del retroceso académico a causa del COVID-19.

  • Hacer lo posible por comunicarnos de manera abierta, respetuosa y en el momento oportuno, teniendo en cuenta que también nosotros tenemos otras responsabilidades laborales y familiares.

Como educadores, haremos lo siguiente:

  • Hacer preguntas sobre las inquietudes de nuestros estudiantes y sus familias.

  • Dar recomendaciones sobre lo que funciona y lo que no al inicio del año escolar.

  • Proporcionar información actualizada sobre el aprendizaje a distancia a las familias que tienen un IEP y adaptaciones.

  • Compartir información que podrían ser útiles para las familias, incluyendo recursos para el aprendizaje a distancia, desafíos de salud y seguridad, salud mental e injusticia racial.

  • Hacer lo posible por comunicarnos de forma abierta, respetuosa y en el momento oportuno, teniendo en cuenta que tenemos muchos estudiantes con los que ponernos al día, así como nuestras propias familias.

De seguro será un año escolar diferente a cualquier otro. Juntos encontraremos el camino en este mundo nuevo, teniendo a nuestros niños como prioridad.

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