El mariscal de campo del equipo Carolina Panthers Cam Newton inspira a los chicos con TDAH

El jugador estrella del equipo de fútbol americano Carolina Panthers Cam Newton será parte importante del Super Bowl 50 el 7 de febrero. Y aunque sus travesuras en el campo han sido criticadas por algunos, su entusiasta manera de jugar y su deportividad han redefinido el rol del mariscal de campo (quaterback) contemporáneo.

Dentro y fuera del campo, Newton también está redefiniendo lo que significa inspirar a los niños, incluyendo a los que tienen TDAH.

Desde su debut en el 2011, cada vez que Newton anota un touchdown, le entrega el balón de fútbol a un niño en las gradas. Se estima que hasta ahora ha entregado más de 50 balones.

Ese regalo ha motivado a innumerables niños. Una de ellos es Hannah Garthwright, quien tiene TDAH. Después de haber recibido un balón de Newton, Hannah le escribió una carta de agradecimiento que decía:

“Yo tengo una prótesis auditiva y TDAH. Cuando veo que Panthers anota un touchdown, me hace pensar que yo también puedo hacerlo, solo que un poco diferente, porque yo juego baloncesto. Tú me inspiras haciéndome saber que yo puedo lograr cualquier cosa”.

Otro joven con TDAH, Alphonzo “Fonz” McDonald, logró atrapar un pase de Newton en el campo de práctica de Panthers. Newton participa en un programa sin fines de lucro cuyo objetivo es lograr que los niños con discapacidades hagan realidad sus sueños deportivos. Y Fonz, quien además tiene autismo, sueña en convertirse en receptor (wide receiver).

Newton parece no tener una dificultad de aprendizaje o de atención. Pero anécdotas de su infancia parecen revelar la razón de porqué tiene debilidad por los niños que no encajan en el molde.

Newton nació y creció en Georgia, y fue un niño brillante y simpático. Aunque su nivel de energía lo hacía un niño difícil de controlar en el salón de clases.

“Era difícil lograr que prestara atención y que se quedara quieto”, dice Marie Caldwell, maestra en Camp Creek Middle School en College Park, cerca de Atlanta, donde Newton asistió. De hecho, comenta Caldwell, la energía de Newton en el campo de fútbol es la misma energía que él mostraba en los pasillos de Camp Creek.

De adolescente, Newton hablaba mucho en clase y le gustaba ser el centro de atención. Eso en ocasiones distraía a los maestros.

Los padres de Newton lo ayudaron a canalizar su energía y necesidad de atención hacia el fútbol... y la moda. Su padre le dijo que una mejor manera de lograr que la gente lo notara era vestir elegante. Por lo que Newton usó camisas de botones, pantalones y zapatos de vestir para ir a la escuela. Su estilo para vestirse sigue siendo único, como el traje púrpura de camuflaje que usó en una conferencia de prensa.

“Él tuvo unos padres maravillosos que fueron muy solidarios con él y con su educación”, destaca Caldwell. “Uno se daba cuenta por el nivel de apoyo que tenía en casa que él iba a destacar”.

La labor de Newton por los niños también empezó tempranamente. Cuando estaba en la universidad trabajó como voluntario en escuelas de primaria. Después de unirse a NFL, inauguró la Fundación Cam Newton que ofrece programas para niños con desventajas. Los programas van dirigidos a todos los aspectos de las necesidades de los niños: físicas, sociales, emocionales y educativas.

Quizás no es una sorpresa que los niños se sientan inspirados por Newton. Para muchos, cuando él está jugando fútbol con una gran sonrisa, parece un niño. Considere lo que Hannah Garthwright escribió en su carta a Newton: “P.D.: Me gusta tu sonrisa”.

Sus compañeros de equipo también reconocen ese lado de Newton. “Allí afuera él es un niño grande”, dice el defensa (defensive back) de Panthers, Cortland Finnegan. “Así es él. Uno lo observa y se da cuenta que se está divirtiendo”.

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